Al 2012 le quedan ‘dos telediarios’, como vulgarmente se dice. Ha sido un año difícil para muchos melillenses, con la soga de la crisis apretando cada vez más y un ambiente sumido en el pesimismo. El 2013 no nos traerá ningún ‘milagro’ económico, no es ningún secreto. Estas fiestas, por blancas que sean, no saben de milagros en lo que se refiere a la economía. Comerciantes y hosteleros miran con preocupación cómo bajan las ventas y se aferran con esperanza al día de Reyes para ver si el negocio remonta. Los ciudadanos cada vez están más concienciados de que no hay varita mágica que mejore la situación que atraviesa el país en dos días, la salida de la crisis será lenta. No obstante, la Navidad siempre sirve de bálsamo en estas situaciones. La familia y los amigos se unen y con ello, las penas son menos penas, independientemente de si en la mesa para cenar hay langosta o conejo.
En este ambiente de pesimismo, de cifras, datos financieros, debates políticos y malas noticias, ha llegado el momento de darse un respiro, porque el 2013 será también un año duro en lo económico y habrá que ajustarse un poco más el cinturón. En definitiva, tiempos difíciles y ásperos. Por eso, estas fechas son las más indicadas para tomar aire, relajarse un poco, disfrutar de la familia y prepararse con fuerza para una cuesta de enero que se antoja tan dura como de costumbre. El próximo año abrirá con una nueva cita económica, el debate de los Presupuestos locales, que tendrá lugar el 4 de enero. Hasta ese momento, una pausa, una amnistía general para desterrar nuestro pesimismo y ser felices, aunque sea sólo por Navidad. Como no podía ser de otra manera, desde El Faro deseamos felices fiestas a todos los melillenses.