Categorías: Editorial

Un partido de pretemporada

Comienza el partido con dos claros favoritos al título y varios aspirantes a disputarse los puestos que dan derecho a influir en la vida política del país.

Los escaños en juego están en el Europarlamento, pero estas elecciones realmente servirán para evaluar cómo valoran los ciudadanos los dos años y medio de Gobierno del presidente Rajoy. Es verdad que los candidatos insistirán en la trascendencia que estos comicios tienen para el futuro del país dado que servirán para elegir a nuestros representantes en la Unión Europea. No obstante, cuando los ciudadanos lleven su voto hasta las urnas el próximo 25 de mayo, es muy probable que en su mente no esté la imagen de Miguel Arias Cañete o Elena Valenciano, y mucho menos las de Willy Meyer, Francisco Sosa Wagner o Alejo Vidal Quadras. En cambio, los rostros de todos ellos sí servirán para recibir las bofetadas que quieran propinarles los detractores de Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, Cayo Lara o Rosa Díez. También querrán ajustar cuentas quienes estén descontentos con la gestión de los líderes locales del PP, PSOE, IU, UPyD o PPL. Las elecciones del próximo 25 de Mayo servirán para ‘ajustar cuentas’ a modo de advertencia para la cita que tendrá lugar dentro de un año. Entonces esta campaña electoral parecerá un juego de niños, sobre todo aquí, en Melilla, donde hay ‘muchas cuentas pendientes’. En mayo de 2015, en el mismo lugar donde anoche se celebró la tradicional pegada de carteles, veremos una escena muy parecida, pero trascendental para la vida política de nuestra ciudad. De hecho, ayer se pusieron en marcha dos relojes. La cuenta atrás de uno termina dentro de dos semana. El otro tiene cuerda para funcionar durante un año y es en el que realmente los melillenses tenemos puesta la vista.
El ‘eurosondeo’ del próximo 25 de mayo marcará la continua ‘precampaña’ en la que nos veremos envueltos durante el próximo año, pero nadie se tomará su resultado como un veredicto definitivo. Cada formación política tiene recorrido y tiempo de sobra en el ámbito local para reconducir su situación. El dictado que emitan las urnas dentro de dos semanas, sólo será un argumento, un importante argumento, en esa ‘precampaña’ de 12 meses. También lo saben los ciudadanos, que entienden su voto en las elecciones europeas como una especie de castigo o recompensa para cada formación. Sin embargo, la opción que elijan el próximo 25 de mayo, al igual que la respuesta que se da a un encuestador, no les vincula para su decisión de dentro de un año.
En cualquier caso, el éxito o fracaso que cosechen los candidatos en estos comicios será una felicitación o una advertencia que deberán gestionar los líderes locales y nacionales de cada opción política. Dentro de un año, ya no estaremos hablando de un partido de pretemporada. Quizá no sean unas elecciones tan transcendentes para el futuro de nuestro país como los comicios europeos, pero cuando llegue la hora de elegir a nuestros representantes en la Asamblea, seguro que lo viviremos con mucha más intensidad, como si fuera una final de Champions, uno de los asuntos europeos que más nos preocupan y que se decidirá en la jornada de reflexión.

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