Cuando nos referimos a la accesibilidad, se tiende a pensar en algo físico. Por ejemplo, vemos claramente que falta cuando una persona que va en silla de ruedas se encuentra con una acera con un bordillo alto. En los últimos años, se ha avanzado mucho para eliminar estas barreras tanto en edificios públicos como en entidades privadas. Sin embargo, hay una parcela en la que aún queda mucho por recorrer: el campo de la accesibilidad cognitiva.
Y ese tipo de accesibilidad pasa por, por ejemplo, hacer comprensible un documento para que una persona con discapacidad intelectual pueda rellenarlo sin demasiados problemas. El uso de pictogramas e imágenes también puede ayudar a que la información llegue de manera fácil a todos los ciudadanos.
En el marco del VIII Congreso sobre Familias que celebró ayer Aspanies Plena Inclusión en nuestra ciudad, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, explicó que se va a crear una comisión con técnicos para hacer accesibles las instalaciones de la Administración local a las personas con discapacidad intelectual.
Desde Aspanies Plena Inclusión destacaban también ayer que las personas con discapacidad intelectual vayan a poder votar, una medida que se ha aprobado en el Congreso, pendiente ahora de su paso por el Senado.
Ese es el camino. Avanzar hacia un mundo comprensible para todos y que no se olvide de los derechos de nadie.