La Audiencia Nacional considera que era el enlace con proveedores marroquíes y financió una operación para llevar 5.000 kilosde hachís a la península, abortada por la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Un melillense de 43 años ha sido condenado por la Audiencia Nacional a siete años y seis meses de prisión y a dos millones de euros de multa por pertenecer a una red de narcotraficantes dedicada a introducir en la península hachís procedente de Marruecos a través de la desembocadura del Guadalquivir. La organización fue desarticulada en septiembre de 2011 por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que frustró la operación para transportar 5.000 kilos de droga a la península. Dentro de la red de ‘narcos’, el melillense, de iniciales M.B.H., era el enlace con los proveedores marroquíes de hachís y financió una de las operaciones, comprando una embarcación en Portugal. La sentencia aún no es firme, pues cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
La condena de M.B.H. ha sido una de las más altas de los 33 imputados en la causa, sólo inferior a la del cabecilla de una parte de la red, N.H.M., que ha sido condenado a 13 años de cárcel y cuatro millones de euros de multa. El melillense era reincidente, pues fue condenado por tráfico de drogas en 2001.
La Sala de lo Penal número 4 de la Audiencia Naiconal considera probado, en base a las numerosas escuchas telefónicas, que el melillense M.B.H., apodado dentro de la organización como ‘Teté’, financió una de las operaciones de transporte de hachís procedente de Marruecos, era el enlace con los proveedores marroquíes (algunos al parecer familiares suyos) y mediaba entre otros financiadores de las operaciones y los transportistas. La Audiencia Nacional considera que éstas eran las funciones de M.B.H. dentro de la organización, pues así “claramente se deduce de las comunicaciones telefónicas en las que aparece”.
Un año de investigación
La Guardia Civil y la Policía Nacional comenzaron a investigar en 2010 la introducción de droga a gran escala en la península procedente de Marruecos. Durante la investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz),se descubrió un intento de transportar 5.000 kilos de hachís desde Marruecos a España. La visita de Mohamed VI en la zona desde donde zarparía la embarcación con el cargamento, dos toneladas, obligó a retrasar el envío por la alta presencia policial. Además, una de las embarcaciones semirrígidas de la red se averió y fue el melillense M.B.H. quien se encargó de comprar otra en Portugal.
En septiembre de 2011, la embarcación llegó a su destino en la localidad de Isla Mayor, cerca de la desembocadura del Guadalquivir, donde los fardos de hachís fueron cargados en dos furgonetas. Se inició entonces una persecución policial. Uno de los vehículos consiguió huir, mientras que el otro, cargado con más de una tonelada de hachís, tuvo un accidente y cayó al río. A partir de entonces se desencadenaron las detenciones de los implicados en esta red de narcotráfico.