Durante una avalancha de porteadores en el paso fronterizo el pasado día 9, el denunciado quiso saltarse la cola, según la versión de los agentes.
Un ciudadano marroquí, acusado de atentado a la autoridad, pidió ayer perdón a los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional con los que tuvo un enfrentamiento en la frontera de Beni Enzar el pasado día 9. Afirmó que recibió varios golpes por parte de los agentes hasta dejarle inconsciente, pero dijo no haber presentado una denuncia por lesiones, como le sugirió la juez, porque ya había perdonado a los policías por la supuesta agresión. Sin embargo, la versión de los agentes de la UIP es muy diferente. Aseguraron que durante una avalancha de porteadores en el paso fronterizo, el procesado quiso saltarse la cola.
Los policías explicaron que es frecuente que se produzcan avalanchas de personas con pequeñas mercancías en la frontera de Beni Enzar, en especial, cuando éstas pretender cruzar la frontera a la vez sin respetar el turno de entrada y salida. Éste fue el caso del ciudadano marroquí denunciado. Ambos policías aseguraron a la titular del Juzgado de Instrucción número 1 que dieron el alto al procesado en varias ocasiones y le instaron a respetar la cola, pero éste les hizo caso omiso.
Los intentos de saltarse el turno de entrada y salida en la frontera de Beni Enzar provocan las quejas de los que sí respetan las colas, lo que enciende los ánimos y provoca más avalanchas. Los agentes, para evitar una situación de este tipo, procedieron a la detención del procesado, que se resistió fuertemente e incluso intentó huir “tirándose de cabeza” hacia la muchedumbre.
Cuando le volvieron a dar alcance, el marroquí denunciado dio un empujón al policía que le hizo caer al suelo. Al levantarse y hacer uso de la defensa, lo que se conoce popularmente como “la porra”, el acusado la cogió con las dos manos.
Esta fue la versión de los hechos que ofrecieron los dos agentes de la UIP ante la juez y que fue negado por el encausado. El hombre, con ayuda de un intérprete del juzgado, aseguró a la juez y al fiscal que la Policía fue a pegarle directamente, al parecer, sin mediar palabra. “Me llevaron al hospital en un coche patrulla de la Policía y no en una ambulancia”, se quejó.
Explicó que él se dirigía a Marruecos y no portaba ningún tipo de bolsa o bulto, como sí hacen los habituales porteadores, que deben esperar su turno en la cola de salida a Marruecos. Una vez que el denunciado y los denunciantes finalizaron sus exposiciones, el Ministerio Fiscal solicitó para el ciudadano marroquí una multa de un total de 400 euros por una falta de lesiones, por las heridas que provocó al agente de la UIP que recibió el empujón, y dos faltas de desobediencia y falta de respeto a la autoridad.