El pasaporte era legal, pero la fotografía no se correspondía con la persona que lo portaba. Un joven marroquí, que responde a las iniciales S.A., podría ser condenado a una pena de seis meses de prisión y al pago de una multa de siete meses a razón de seis euros diarios por un delito de falsedad en documento público. El acusado reconoció los hechos en el juicio celebrado esta semana en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, por lo que el Ministerio Fiscal cambió su petición de condena, reduciéndola a la mínima exigida en este tipo de delitos. La confesión del joven acusado por presentar ante las autoridades policiales un pasaporte que no era suyo consiguió que se le rebajara la pena.
Uno de los policías que intervinieron en la detención del joven declaró ante el juez que en el control fronterizo se dieron cuenta de que el pasaporte marroquí que presentó el acusado si bien era legal, la fotografía no se correspondía con la persona que lo portaba. El documento, por tanto, era perfectamente válido, pero la persona que se veía en la fotografía no correspondía a la cara del joven acusado.
La declaración de este agente como testigo fue lo suficientemente clarificadora para el Ministerio Fiscal, pues renunció posteriormente a la declaración de otros dos policías nacionales en calidad de testigos. El caso quedó visto para sentencia.