El acusado afirma que son amigos y le pidió el teléfono para llamar porque el suyo se había quedado sin batería. El Juzgado de lo Penal 2 celebró el juicio contra un joven melillense, S.S.M., acusado robar un teléfono móvil a un vecino suyo en Minas del Rif en la Nochevieja de 2011. Las declaraciones de la víctima y el acusado fueron totalmente contrapuestas. En lo único que coincidieron fue en el hecho de que la víctima, C.M.M., le entregó al acusado su terminal telefónico y éste sacó la tarjeta SIM y se la devolvió a su dueño. El procesado afirmó que le pidió prestado el teléfono para hacer una llamada y, dado que son amigos y vecinos del barrio, no quería hacerle gasto económico, por lo que cambió las tarjetas telefónicas.
La declaración de la víctima no fue muy congruente. En un principio, explicó que iba de camino a casa de unos amigos, cuando el acusado le abordó y le quitó el móvil. Luego precisó sus palabras y dijo que le pidió el móvil, cambió las tarjetas y le devolvió la suya. Aseguró ante el juez que se sintió “muy asustado” a pesar de que el ladrón no le amenazó ni hizo ademán de violencia alguna contra él cuando le pidió el móvil.
Una ‘entrega’ sin violencia
S.S.M. aseguró que cuando terminó de hacer la llamada, su amigo se había ido del lugar. Estuvo en un banco sentado esperando un rato por si su amigo volvía y al ver que pasaba el tiempo se marchó del lugar. “Tres días después vino la Policía a mi casa y me detiene porque me había denunciado por robarle el móvil. Yo solamente le pedí el suyo para llamar porque se me había acabado la batería de mi teléfono”, insistió el acusado.
Es más, días después, el acusado dijo que intentó localizar a C.M.M. para devolverle el teléfono. La búsqueda fue infructuosa y, según declaró, le dio el terminal a un amigo en común “Dani”, que lo ha tenido todo este tiempo. Sin embargo, la víctima dice no conocer a “Dani” ni que éste tuviera su teléfono. Insistió en que el acusado le robó el teléfono y reclama la indemnización que le corresponda por la pérdida del móvil. El caso quedó visto para sentencia.