Un informe del Observatorio de Ceuta y Melilla abre un debate sobre el marco jurídico de las dos ciudades

El Observatorio de Ceuta y Melilla ha presentado este jueves, en la sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados, el informe ‘La adecuación de las ciudades de Ceuta y Melilla a la organización y funcionamiento del Estado autonómico’, que ha sido elaborado por el doctor en Ciencias Políticas Adolfo Hernández Lafuente.

El informe, que desarrolla un análisis exhaustivo sobre el encaje de Ceuta y Melilla en la España autonómica, destaca que “es sorprendente que después de más de veinte años de funcionamiento de los estatutos de autonomía de Ceuta y Melilla no haya habido ningún estudio, auditoria o evaluación sobre el funcionamiento de la administración de ambas ciudades, cuando es evidente que hay aspectos que mejorar”. En este sentido, el profesor Hernández afirma que “el ordenamiento jurídico vigente ha comenzado a petrificarse al carecer las ciudades de competencias legislativas propias, junto con la falta de agilidad por parte del Estado a la hora de actualizar la legislación”.

En esta línea, el Observatorio de Ceuta y Melilla explica en su informe que la gestión centralizada por el Estado en materia educativa está provocando “una mala calidad de los resultados de la enseñanza, así como la falta de adecuación del sistema educativo a los problemas de integración de la numerosa comunidad musulmana”.

Durante su intervención, el profesor Hernández Lafuente ha resaltado las limitaciones más relevantes que actualmente tienen los Estatutos de Autonomía de Ceuta y de Melilla: la imposibilidad de interponer recursos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia ante el Tribunal Constitucional, lo que provoca su indefensión al no tener los instrumentos jurisdiccionales de defensa de la autonomía; la falta de competencias legislativas, lo que contribuye a que haya desajustes en temas relevantes como educación o sanidad; o la falta de voluntad política para reivindicar una revisión de competencias de las dos ciudades.

Debido a estas exclusiones, Hernández Lafuente ha subrayado la necesidad de que el Estado central muestre “más apoyo y compromiso a Ceuta y Melilla”, a fin de que su régimen jurídico no genere desigualdad ni discriminación con los ciudadanos del resto de España.

El informe del Observatorio de Ceuta y Melilla pretende impulsar un debate sobre el funcionamiento de las dos ciudades: “Se precisan soluciones jurídicas y políticas adecuadas para adaptar la situación de Ceuta y Melilla al funcionamiento integral del Estado autonómico”.

La presentación ha corrido a cargo del director del Observatorio, Carlos Echeverría, quien, en declaraciones a El Faro, ha abundado en que el informe trata sobre la dimensión constitucional y administrativa de ambas ciudades, y, especialmente, el encaje de Melilla y Ceuta en el tejido constitucional, es decir, “tanto dónde estamos como dónde deberíamos estar”.

Echeverría, quien ha sido el encargado de realizar la presentación, ha alabado el trabajo de Hernández Lafuente -“el mayor especialista en la materia por sus muchas publicaciones y conocimiento de las dos ciudades”-. Igualmente, ha destacado la dimensión tanto constitucional como administrativa que se tratan en este informe y que “las peculiaridades de las ciudades autónomas –ese híbrido entre comunidad y ayuntamiento- son las propias de dos ciudades que llegaron tarde a la definición de la España autonómica”, dado que los estatutos de autonomía son de 1995 y para entonces “ya estaba todo hecho” en las 17 comunidades autónomas.

Por último, el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, quien ha evitado pronunciarse sobre si deberían convertirse en comunidades autónomas, ha indicado que la importancia del informe reside en que en él se tratan aspectos mejorables. “No es una simple descripción de lo que hay, sino un análisis en relación con lo que debería haber. Es decir, que el autor aporta es una invitación a profundizar en mejorar lo que se ha hecho hasta ahora para que las ciudades estén en mejor condición en todas sus dimensiones en términos de competencias”, ha concluido.

El Observatorio de Ceuta y Melilla, un think tank creado para dar respuesta a los desafíos cada vez más importantes a los que ambas ciudades deben de hacer frente. Fue puesto en marcha en 2020 en el seno del Instituto de Seguridad y Cultura para dar respuesta a los desafíos cada vez más grandes a las que ambas ciudades deben hacer frente. Dirigido por Carlos Echeverría, el Observatorio de Ceuta y Melilla tiene como objetivo identificar, describir y ofrecer respuestas a dichos desafíos. Para ello, elabora y publica informes periódicos y organiza seminarios y encuentros.