Editorial

Un hito para el deporte español

La Selección española de fútbol femenino se ha proclamado campeona del mundo al derrotar a Inglaterra gracias a un gol de Olga Carmona.

Las jugadoras dirigidas por Jorge Vilda culminaron, de esta forma, un torneo excepcional en el que emularon lo conseguido por Casillas, Ramos, Xavi o Iniesta en 2020 en Sudáfrica, cuando España entró en el Olimpo futbolístico con un auténtico equipazo que será recordado durante mucho tiempo.

Ahora justo es reconocer las virtudes de este grupo de jugadoras, algunos de cuyos nombres empiezan a sonar familiares al público. La estrella del equipo es Alexia Putellas, ganadora del Balón de Oro en 2021 y 2022 y que, pese a haber estado lesionada casi todo el año, se ha colmado de gloria en el campeonato disputado en Australia y Nueva Zelanda. También han adquirido cierta fama otras, como la ex velocista de padre español y madre guineana Salma Paralluelo o la delantera Jennifer Hermoso. Junto con la centrocampista del FC Barcelona Aitana Bonmatí, reconocida como mejor jugadora del campeonato, son nombres que comienzan a ser familiares entre el gran público, un primer paso para que el fútbol femenino se iguale al que se juega entre hombres en atención mediática y salarios.

En algunos deportes y algunos países sucede así. En los Estados Unidos, sin ir más lejos, el fútbol femenino ha adquirido un gran auge, y, por ejemplo, en gimnasia prácticamente se podría decir que ambas categorías tienen el mismo prestigio entre la gente.

Un detalle que no es vano es que España y Alemania son las únicas dos selecciones que han conseguido imponerse en el Mundial de fútbol tanto masculino como femenino. Hay que confiar, pues, en que este hito –en el que las españolas consiguieron, por ejemplo, derrotar a Suecia, a la que nunca habían ganado- suponga un antes y un después para el deporte entre mujeres en el país, no ya sólo en el fútbol, sino en un sentido más amplio. También puede influir, y esperemos que así sea, en una mejora de las condiciones sociales de la mujer.

En cuanto a Melilla, puede presumir de haber organizado uno de los encuentros amistosos que han servido al grupo comandado con Vilda –con quien, no olvidemos, tuvieron sus disputas- se preparase para el Mundial.

Fue en noviembre del año pasado, cuando las españolas se enfrentaron a la Selección argentina, en un encuentro que se saldó con un resultado favorable de 7-0 para las nuestras.

Quizás la ciudad autónoma les dio suerte y aquí empezaron a ganar el Mundial. Algunos no lo olvidaban y, al final de la mañana, una vez conseguida la victoria, se pasearon con sus coches por el centro de Melilla haciendo sonar el claxon de sus automóviles.

Toda una alegría.

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