Un grupo de viajeros, la mayoría de Málaga, pasaron ayer unas horas en Melilla para disfrutar de la hospitalidad de esta tierra, conocer sus monumentos y degustar su gastronomía.
Se trata de 30 socios del Real Aeroclub de Málaga, que incitados por uno de ellos, que tiene su residencia en la ciudad, les invitó a que incluyeran entre sus rutas habituales un viaje a esta tierra.
El consejero de Deporte, Francisco Robles, en nombre del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, les recibió y les dio la bienvenida ayer en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, al que acudieron después de haber visitado, durante la mañana, algunos puntos de la ciudad, caso de Melilla La Vieja.
Los 30 socios llegaron a Melilla alrededor de las 11:00 horas, procedentes de Málaga, en un total de once avionetas, en la ruta que denominaron Axarquía-Melilla-Axarquía.
Robles agradeció el detalle de visitar la ciudad y les animó a que la incluyeran en sus rutas habituales, que como confesaron los responsables del Aeroclub –el presidente, Gonzálo Figueroa; el sectario, Fracisco Cuevas y; el tesorero, Juan Checa–, suele ser por aeropuertos de la península.
Tras la recepción en el Salón Dorado, el numeroso grupo se trasladó a un conocido restaurante de la ciudad, no sin antes hacer entrega de un obsequio a Robles en recuerdo de su visita a Melilla.
Después, a eso de las 18:00 horas, emprendieron camino de vuelta a la capital de la Costa del Sol, en un trayecto, según explicaron, de una hora.
El Real Aeroclub de Málaga cuenta en la actualidad con 220 socios, en su mayoría con residencia en esta provincia, aunque de distintos puntos del territorio nacional.