Con exquisita puntualidad, a las nueve de la mañana dio inicio este sábado el rezo colectivo que pone fin al Ramadán en Melilla. A esa hora, un dron sobrevolaba la Plaza Multifuncional y todo estaba dispuesto para cerrar 30 días de ayuno y sacrificio y dar paso a la celebración de la Pascua, primero con la oración y después con un desayuno en familia, con vecinos y amigos, que muchos iniciaron en las mesas colocadas en San Lorenzo, donde la organización dispuso de variados tentempiés para festejar el adiós al mes de purificación.
La Plaza Multifuncional estaba llena hasta donde alcanzaba la vista. Siete mil personas en silencio, mientras el profesor Abdelhamid Youyou daba inicio a una oración de paz.
Pero había ganas de celebrar. Quizás por eso, el castillo pirotécnico se adelantó a la lectura del resumen del rezo en castellano. Pero ni el ruido de los petardos ni la intranquilidad del auditorio, que confundido, empezó a marcharse, frustraron un cierre de alegría y una invitación a compartir, a celebrar y a mantener lo conseguido.
Por la Plaza de San Lorenzo se dejaron ver el líder de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, acompañado de sus familiares y de su fiel escudero, el incombustible Emilio Guerra.
También se vio por allí al consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, orgullo de la buena acogida que ha tenido el cambio de ubicación, desde la explanada de Cabrerizas a la de San Lorenzo, donde por cierto, se pudo ver a vecinos de otras culturas, acercándose a hacer fotos y a presenciar el gran rezo de la Pascua.
Como es tradicional, para las mujeres se reservó un espacio al fondo de San Lorenzo, por detrás de los hombres y de las mesas de desayuno. Pero en la zona reservada a ellos se vieron tiernas imágenes de padres acompañados de sus hijas pequeñas. También de sus hijos. Los niños siguieron el rezo en silencio, conscientes de que se esperaba de ellos ese saber estar que solo otorga el respeto a la fe de los mayores.
El presidente de la Comisión Islámica, Hasan Laboudi, aprovechó para felicitar la Pascua a toda la Comunidad musulmana y, sobre todo, a la Ciudad por la organización de un rezo que "ha salido muy bien".
Laboudi destacó que en el sermón se habló de que los seres humanos han nacido hermanos y se tienen que mantener hermanos y por eso su apuesta por un Ramadán de cambio con los ojos puestos en que la gente mantenga ese cambio.