“Las pruebas en Melilla suponen un paso muy importante en la atención a los pacientes del área de neurofisiología clínica”, afirma el doctor Paniagua, jefe del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. A comienzos de este mes la cartera de servicios del Área Sanitaria de Melilla aumentó con la incorporación de las pruebas de electromiograma en el Hospital Comarcal. Con este nueva prestación se evita que alrededor de cuatro centenares de personas al año se desplacen a la Península, así como se disminuye el tiempo de espera para poder realizar estas pruebas neurofisiológicas que estudian el sistema nervioso periférico.
A través de un ajuste presupuestario, el gasto previsto para estos desplazamientos ha permitido la compra de un equipo EMG necesario para la realización del electromiograma y la prestación de los servicios médicos de un facultativo especialista que se desplaza a Melilla una vez al mes para la realización de las citadas pruebas exploratorias. En concreto, se trata del doctor Jesús Paniagua Soto, neurofisiólogo clínico y jefe del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, quien, en el primer mes de funcionamiento de la consulta en la que también trabaja el enfermero José María Guzmán Segura, ha atendido ya a 102 personas.
-¿En qué consiste la prueba de electromiografía?
-El objeto del estudio es conocer cómo funciona el sistema neuromuscular. Con esta exploración, que se llama genéricamente electromiografía, se investiga posibles patologías de la médula espinal, las raíces, el plexo, los nervios, la placa neuromuscular y el músculo.
-¿Se busca la respuesta del nervio ante un estímulo…?.
-La Electromiografía abarca muchas técnicas neurofisiológicas aplicandose cada una de ellas en función de la sospecha diagnostica. Básicamente estas se agrupan en Conducciones nerviosas motoras y sensitivas para explorar los nervios del cuerpo humano y se hace estimulando con electricidad los troncos nerviosos, Electromiografía para conocer signos de enfermedad neurogena o muscular, introduciendo electrodos de aguja de diámetro muy finos y Reflexología para conocer el funcionamiento medular y de nervio periférico. Dependiendo del caso a estudiar, en algunos pacientes solo se estudian las conducciones, o se le hace Electromiografía o se aplican todas las técnicas.
-¿Cuáles son las patologías más frecuentes que se detectan?
-Como en cualquier Unidad de Electromiografía, la patología más frecuente son los síndromes compresivos, como comprensiones del nervio mediano a su paso por el túnel del carpo (a su paso por la muñeca), o del nervio Cubital en el codo o del nervio Peroneal en la cabeza del peroné. También vemos muchos pacientes que tienen lesiones radiculares a nivel de la columna cervical o lumbar. Asimismo, estamos viendo a pacientes con polineuropatías, es decir, con enfermedades que afectan a todos los nervios, muy frecuente en diabéticos que se quejan de sentir como acorchamiento y hormigueo en manos y pie, menos fuerza y dificultad para caminar...
Pero También estas exploraciones neurofisiológicas estudian otras enfermedades neurológicas que afectan a los nervios, músculos, raíces y médula. Por ejemplo, enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), neuropatías hereditarias o enfermedades del músculo como las distrofias musculares, o de la placa neuromuscular como la miastenia gravis... Es decir, que esta exploración es muy amplia y estudia muchas patologías, tanto del área de la neurología o neurocirugía como de la traumatología, rehabilitación, pediatría... Y su objetivo es conocer el sistema neuromuscular.
-Según le he escuchado, esta exploración puede ser decisiva para el diagnóstico de algunas enfermedades graves...
-En efecto. Hay un grupo de enfermedades en las que la exploración debe de ser preferente para hacer un diagnostico de seguridad y emprender un tratamiento que mejore y cure al paciente como puede ser una miastenia gravis (enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica) o una polimiositis (enfermedad inflamatoria muscular), o un síndrome de Guillain-Barré (polineuritis inflamatoria aguda) etc…
-¿Varía el tiempo medio de espera?
-La indicación del electromiograma por parte del facultativo solicitante puede ser normal o preferente, y debo decir que en este hospital hay unos magníficos clínicos solicitan correctamente los estudios . Los pacientes están perfectamente historiados y están muy bien indicados. Es una satisfacción poder trabajar con estos profesionales.
Debo añadir que en función de la prioridad de la petición de la prueba se atiende a los pacientes con distinta premura pero siempre dentro de unos limites razonables de tiempo.
-¿Varía mucho la exploración de un paciente a otro?
-Básicamente, los tiempos de cada exploración se clasifican en cortos, medios y largos. Una vez llega el paciente a la unidad, el tiempo necesario para cada enfermo dependerá de su colaboración, de las dificultades en la obtención de la señal, de posibles alteraciones coexistentes, análisis de los resultados, y complejidad del informe.
Cuando el profesional médico solicitante realiza una buena historia clínica e indicación de la prueba, como ocurre en este Hospital de Melilla, los tiempos suelen ajustarse a los presupuestados.
-¿Es dolorosa la prueba?
-Es un poco molesta y eso lo saben todos los pacientes pero tengo que decir que tiene una mala fama. Molesta mucho menos de lo que se dice. Hay que estimular los nervios con pequeñas descargas eléctricas y en algunas ocasiones, si el nervio no responde, tendremos que subir para obtener su respuesta. Posteriormente y solo cuando es necesario hay que introducir unos electrodos de aguja muy finos, de un calibre muy parecido a los que se utilizan en acupuntura, que son un poco molestos y estudiar el funcionamiento del músculo. Puedo afirmar que en el 90 ó 95 por ciento de personas que se someten a la prueba, al finalizar dicen que no ha sido dolorosa. El dolor es excepcional.
-¿Cuánto tiempo se tarda en realizar la interpretación de la prueba?
-Normalmente se realiza en un tiempo aproximadamente igual al que dura el estudio porque hay que revisar todos los datos obtenidos. Asimismo, hay que aplicar una serie de fórmulas y, en muchas ocasiones, hay que revisar la bibliografía en base a los resultados. Incluso, aunque no es frecuente, a veces hay volver a llamar a un paciente para comprobar un dato, un fenómeno observado, etc... Es decir, varía según el paciente va mostrando su respuesta, los signos neurofisiológicos de enfermedad, o de normalidad, o de que la lesión está en otra zona distinta a la que el neurofisiólogo está estudiando.
-En época veraniega, ¿van a mantener la frecuencia de las pruebas?
-Sí, nuestro programa está establecido con una periodicidad mensual pero con una cierta elasticidad y en función de los resultados. Es decir, en función de la demanda y de la urgencia.
Creo que la realización de estas pruebas en Melilla suponen un paso muy importante en la atención a los pacientes del área de neurofisiología clínica, consiguiendo dar una respuesta rápida y sólida en la electromiografía.
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