Andrés Carretero ofrecerá este recital que celebra la adquisición de este local en el Casino Militar por parte de la asociación este sábado a partir de las 20:15 horas.
La Asociación Cultural Amigos de la Música está de celebración esta semana por la adquisición definitiva de una sede para el desarrollo de sus actividades en el Casino Militar. En este sentido, uno de los socios de este colectivo y un gran aficionado a la música, el melillense Andrés Carretero, será el encargado de ofrecer el concierto de inauguración de este local con su guitarra y un magnífico repertorio que ha preparado estas últimas semanas con mucho cariño y respeto. Así, Carretero comentó con ‘El Faro’ cuáles van a ser las claves de este concierto que se realizará a las 20:15 horas del próximo sábado 22.
La historia de este melillense es una de esas que solemos imaginar, en las que un niño sueña con ser un gran músico pero que finalmente son las obligaciones familiares las que tuercen esta idealización de la niñez. Para Andrés Carretero, su afición por la música comenzó cuando era muy pequeño. Fue durante sus ocho años cuando recibió un regalo muy especial, una pequeña guitarra a la cuál trataba por todos los medios de sacar algún tipo de sonido hermoso.
Los primeros acordes
Su inspiración estaba basada en lo que escuchaba puesto que su vecino de al lado, un joven que se preparaba para maestro y que cantaba y tocaba en la tuna, practicaba continuamente en el patio, sobre todo en verano, una época en la que todos dejaban la puerta abierta y salían a tomar el fresco a la calle.
Así, sus primeros acordes los aprendió de este joven, pero al no haber un conservatorio en la ciudad y a pesar de que su padre era un hombre muy tolerante, Carretero comenzó sus estudios de magisterio, como parte fundamental para su futuro dejando lo de la guitarra como una afición más.
Años más tarde, cerca de sus veinte años, cuando finalizó estos estudios y consiguió su trabajo, por iniciativa propia contrató a un guitarrista para que le enseñara los secretos de este instrumento al que había querido tanto. Este maestro al que debe su formación y soltura con los acordes en la actualidad fue Antonio Catalá.
Por aquellos años, el padre de Carretero fue consciente de la pasión de su hijo y le regaló una magnífica guitarra para que aprendiera flamenco, un estilo que primaba en casa.
Más adelante, cuando ahorró algo con las primeras pagas de su trabajo consiguió una de las guitarras clásicas más destacadas y que tenía muchas similitudes con la de su maestro.
Varios años sin tocar
Fueron diferentes factores los que hicieron que este melillense abandonara de forma provisional la interpretación de música con su guitarra. Así, estuvo muchos años sin tocar entre la mili, su boda y un accidente en el que estuvo a punto de perder su dedo pulgar. En total casi diez años.
No obstante, fue a raíz de un festival en Almería cuando un vecino le propuso participar al escucharle tocar una tarde. Carretero aceptó sin vacilar, o mejor dicho, sin pensarlo, para obligarse a recuperar las horas perdidas durante todos estos años sin coger la guitarra. Esta intervención la realizó en el 1995 y a partir de ahí actuó en varios conciertos.
De esta forma, al volver a Melilla retomó sus clases con Antonio Catalá al disponer de las tardes libres y retomó esta afición a sus quehaceres diarios.
Un día, el secretario del IES Miguel Fernández, Rafael Imbroda, le escuchó interpretar varias piezas en una clase de música y le propuso organizar un concierto. Carretero, teniendo en cuenta que su padre nunca le había visto tocar, aceptó y se celebró en 1998 en el Club Marítimo. Éste fue su primer concierto en la ciudad.
Amigos de la Música
Desde que Pilar Pérez es presidenta, Carretero es socio de esta asociación, aunque aseguró que solía asistir antes de pertenecer al colectivo a los conciertos que organizaban, sobre todo, los de guitarra.
Así, el segundo en Melilla fue una iniciativa de la presidenta de esta asociación y se celebró en el club de Suboficiales en el año 2002, por lo que el concierto de este sábado será el tercero en esta ciudad sin contar con las numerosas intervenciones que ha realizado en otros eventos culturales.
Si hay algún aspecto que se destaca de la forma de interpretar de este aficionado a la guitarra es el sonido que le saca a este instrumento, tal y como aseguran sus compañeros de asociación y otros grandes expertos en la materia. Así, Carretero es un gran ejecutor a la hora de obtener el sonido limpio y dulce, suave y fino de la guitarra.
Algunas piezas y sus anécdotas
‘Preludio y campanas’ será una de las obras que interpretará. Esta composición se debe a su maestro, Antonio Calatá, quien se inspiró en el repliqueo característico que años atrás tenían las campanas de la iglesia del Sagrado Corazón.
‘El vals de Prudencia’ será otra de las obras que formarán parte de su repertorio y que fue escrita por Julio Moreno, el maestro de Antonio Calatá, y que al ser arreglado para guitarra por este último, el título se lo dedicaron a la que fue años más tarde su mujer, Prudencia.