El agredido tiene tres puntos de sutura en la cara, así como diversos moratones, tras ser golpeado por la espalda y recibir varias patadas. Un agente de la Guardia Civil, que se identificó como comandante, fue detenido la pasada madrugada tras agredir a un conocido empresario melillense, al parecer por un supuesto ataque de celos.
Los hechos, según pudo confirmar El Faro, sucedieron en la madrugada del pasado viernes, alrededor de las 01:30, cerca del comercial Atilano, cuando una persona se abalanzó por la espalda sobre el empresario melillense propinándole diversos golpes en la cara y también patadas, tal y como explicó éste a El Faro.
Según relató, después de cenar con unos amigos en un restaurante melillense, acompañó a una mujer, también presente en el local, hasta el vehículo de ésta, atendiendo su petición. Tras intercambiar unas palabras y despedirse de ella, el empresario se dirigió hacia su coche y fue cuando el supuesto agresor se abalanzó sobre él, atacándole por la espalda.
Un coche de la Guardia Civil que se encontraba en las cercanías intervino entonces, momento en el que el supuesto agresor se identificó ante los agentes como comandante de la Guardia Civil.
Varios coches de la Policía Nacional, que se encontraban también por la zona, procedieron a identificar al presunto agresor, que fue detenido y trasladado a las dependencias policiales, donde al parecer pasó toda la noche, siendo puesto ayer mismo a disposición judicial.
Según parece, el agresor, que actualmente no reside en Melilla, es el ex marido de la mujer, y habría vuelto a la ciudad con intención de reanudar la relación con su pareja. De hecho, previo a que sucedieran estos hechos, había intentado un acercamiento, que al parecer acabó en una fuerte discusión.
El conocido empresario melillense presentó la correspondiente denuncia en la Comisaría, con el parte de lesiones de urgencias –tres puntos de sutura en la cara, así como varios moratones–. Además, reconoció que no conocía de nada a la mujer, y que solamente atendió una petición de ésta, a la salida del restaurante, para acompañarla hasta su vehículo.
Asimismo, quiso agradecer el comportamiento de la Guardia Civil, pues según relató, varios agentes le habían llamado por teléfono para interesarse por su estado de salud y para disculpar la actuación de uno de sus compañeros.