El ferry Nápoles, que realizaba la ruta Málaga-Melilla, ha sufrido esta madrugada una colisión con el buque portacontenedores Laust Maersk en el Mar del Alborán.
Ninguna de las personas que viajaban en ambos buques han sufrido daños personales.
Desde el primer momento, el ferry ha activado el protocolo de seguridad y se ha coordinado con Salvamento Marítimo de Almería. La tripulación ha estado atendiendo al pasaje en todo momento.
El leve abordaje no ha impedido al buque Nápoles continuar con la navegación, con solo daños materiales por encima de la línea de flotación que afectan a la amura de babor.
El buque ha llegado a Melilla a la hora prevista (6.30 horas) y los pasajeros y la carga han desembarcando con normalidad.
La compañía propietaria del buque incorporará el ferry Sicilia, para mantener los servicios programados en las rutas de Melilla y la próxima salida será este domingo a las 11.30 horas con destino a Motril.
La compañía ha abierto una investigación para aclarar el incidente.
(Noticia en desarrollo)
Los Melillenses necesitamos una investigación y depuración de responsabilidades para los culpables que están jugando con tantas vidas de personas que viajamos.
Por lo que pensamos todos esto ha sido un fallo o varios fallos humanos , y ya que esta vez hemos tenido suerte no tentemos más esa suerte pues la vida no siempre da dos oportunidades.
No soy marino mercante, pero navegar no puede ser tan complicado como para que dos agujas se encuentren en una extensión tan grande de agua. Y lamentablemente sucede más de lo que nos pensamos. Algo falla en la navegación.
Maquinas desatendidas, mínimo personal en el puente de mandos, radares sin vigilancia.¡No hombre no! Esto sólo es parte del programa de entretenimiento para el pasaje.
Menos mal que no ha sido mas que un buen susto, no como ocurrió hace años con el barco de marítima PEREGAR en la misma travesía, en la que si hubo que lamentar perdida de vidas por el hundimiento del barco, tras colisionar con un portacontenedores.
Sin menospreciar la profesionalidad de los marinos, a los que entregamos nuestra seguridad durante la travesía ,esta vez además de dicha profesionalidad, les ha acompañado la suerte.
En la mar no hay que contar con ella.