Este lunes habrá trascurrido un año. El 27 de octubre de 2013 miembros de la Marina Real marroquí hicieron uso de su armas en Punta Negri.
Muchos de los proyectiles impactaron en los cuerpos de Emin y Pisly. Los dos fallecieron. Desde entonces sus familiares, encabezados por los padres de ambos jóvenes, luchan por saber qué ocurrió. Reclaman Justicia para sus hijos; vienen haciéndolo desde hace casi 365 días. En ese tiempo la oferta de ayuda ilimitada recibida en los primeros momentos de las autoridades españolas se ha trasformado en indiferencia, mentiras y excusas para tratar de ocultar la incompetencia y la falta de valentía. En ese tiempo, el importante respaldo ciudadano y el altruismo de la primera manifestación ha quedado reducido al incondicional y sincero apoyo de las personas más cercanas a las dos familias. Cada día 27 de los meses transcurridos en el último año ha habido menos personas sujetando la pancarta con la que reclaman Justicia. De hecho, en la concentración de septiembre (fotografía) ya no había ni pancarta que sujetar.
A medida que pasaba el tiempo cada vez acudían menos personas a esas concentraciones, a las que no han faltado los máximos responsables de los partidos políticos de la oposición.
Sin embargo, a pesar de la pérdidas de apoyos, cada vez son más los argumentos de los padres de Emin y Pisly para exigir Justicia y para reclamar la ayuda prometida por parte de las autoridades de nuestro país.
Se podía prever la lentitud y desidia del sistema judicial marroquí, que demuestra que nuestros vecinos aún están lejos de dejar de ser una sociedad subdesarrollada. Todavía carecen de jueces y policías capaces de esclarecer con imparcialidad un suceso de ese calibre. Sin embargo, nadie hubiera imaginado hace un año que la torpe, tediosa e inoperante Justicia marroquí iba a dejar en evidencia la capacidad diplomática de nuestro país. La desprotección que vienen sufriendo los familiares de Emin y Pisly por parte de nuestro Gobierno hace que nos cuestionemos, por ejemplo, para qué necesitamos un consulado en Nador ¿Qué podemos esperar de Fernando Morán Calvo Sotelo ante hechos como los sufridos por Emin y Pisly? El máximo responsable de la diplomacia española en Nador accedió hace pocas semanas al cargo, pero sigue la senda de su antecesor pese a las expectativas que generaron a los padres de Emin y Pisly sus palabras durante su última visita oficial a Melilla.
Desde el 27 de octubre de 2013 Driss Mohamed y Abdeslam Ahmed se han reunido con muchos responsables políticos de nuestro país. Hoy, cuando falta poco para que se cumpla el primer año desde el trágico suceso, muy pocos de esos políticos pueden aguantar mirar a la cara a los padres de Emin y Pisly sin acabar bajando los ojos al suelo.
La rabia, impotencia y el dolor de las familias de los dos jóvenes es vergüenza y humillación para quienes en doce meses no han hecho lo que ha estado en su mano para obligar a Marruecos a esclarecer la muerte de dos españoles a disparos de miembros de su Marina Real.
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