Un año de continua sobreocupación deja grandes desperfectos en las instalaciones

Han estado sin agua caliente durante días y los baños están atascados gran parte del tiempo

Más allá de las cifras, el hecho de que el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) haya estado ‘colapsado’ durante todo el 2014 ha provocado un importante deterioro en las instalaciones. Un grupo de sirios denunciaba hace unas semanas en El Faro las malas condiciones en las que vivían en este centro. Desde el propio CETI reconocen en declaraciones a este periódico que es imprescindible realizar una intervención para mejorar las condiciones en las que se encuentra el centro.
Han pasado semanas sin agua caliente. Los baños están atascados durante gran parte del tiempo, en parte por el mal uso y en parte por el gran número de personas que pasan a diario por ellos. “Está todo muy estropeado”, sentencian. Apuntan que algunos de los inmigrantes no cuidan las instalaciones. Pero sobre todo señalan que el hecho de que el centro haya estado acogiendo a entre 1.300 y 2.400 personas todo el año ha provocado que se deteriore prácticamente todo.
Desde el CETI explican que se han realizado intervenciones para arreglar lo que se ha ido rompiendo. Sin embargo, como en todo momento ha habido sobreocupación, es imposible que las instalaciones se encuentren en un estado idóneo. A lo largo del año se ha podido ver, seguramente más que en ningún otro momento, cómo es el interior del CETI. Desde el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hasta miembros de otros partidos políticos y de ONGs han aprovechado su paso por Melilla para visitar las instalaciones, lo que ha dado la oportunidad de que los medios de comunicación puedan mostrar parte de la realidad que se vive en el centro. No obstante, la situación es peor de lo que han captado las cámaras. Un año de ‘hacinamiento’ ha dejado las instalaciones en un estado poco adecuado para dar el servicio para el que fueron creadas.
La idea de ampliar el CETI es algo que se ha barajado en varias ocasiones. Acerca de ello hay voces a favor y en contra. Algunos apuntan que el hecho de crear unas instalaciones más grandes supondría que hubiera más inmigrantes y que éstos pasaran aún más tiempo en el centro. Desde el propio CETI dicen a El Faro que no saben qué ideas tendrán en el Gobierno. Lo que tienen claro es que “la realidad es la que es” y hay que buscar alternativas. A la espera de que conocer cuál será la partida de los presupuestos del próximo año que irá destinada al centro, insisten en que es imprescindible, al menos, que se haga una intervención integral para arreglar todo lo que se ha deteriorado y dejar las instalaciones en una situación adecuada para atender a los cientos de personas, entre ellos niños, que se alojan en ellas durante meses.