Un alborotador entre rejas

Said Chramti, conocido provocador y causante de incidentes diversos en la frontera de Melilla con Marruecos, lleva arrestado desde el pasado jueves. Las autoridades del país vecino le detuvieron por incitar a un centenar de ciudadanos sirios a protestar en el paso de Beni Enzar. Desde entonces ha permanecido privado de libertad, primero en dependencias policiales y luego en un centro penitenciario de Nador.
Ésa es la información que llega por distintas fuentes desde el país vecino, lo que implica, como cada vez que se reciben noticias de Marruecos, que hay que valorar los datos con cautela. Ocurrió con la detención de ‘El Chispa’ después de la brutal agresión a un agente de la Guardia Civil en la frontera. También fue arrestado, como adelantó El Faro, y posteriormente puesto en libertad sin mayores consecuencias, siempre según las diversas fuentes que trasmiten de lo que ocurre en el país vecino.
En el caso del arresto de Said Chramti, la fuente principal de información es Yahya Yahya, colaborador éste del detenido o viceversa, ya que nunca están del todo claras las jerarquías en el denominado Comité por la Liberación de Ceuta y Melilla. Este individuo, miembro de la Cámara de Consejeros, habla de supuestos vídeos enviados por la Policía española a la Fiscalía marroquí. Arremete contra el Gobierno de su país denominándolo “hipócrita” y asegura que la detención de su amigo Chramti es “ilegal”. Y para restaurar la ‘legalidad’ anuncia que el caso está en manos de dos abogados,uno de ellos conocido por sus posturas hostiles hacia España.
Esta difusa mezcla de datos sin confirmar es la que da como resultado la noticia de que Chramti está detenido a la espera de responder de sus actos.
Hasta mañana no sabremos de qué se trata todo esto. Está previsto que este lunes el alborotador de la frontera comparezca ante el Juzgado de Primera Instancia de Nador. La decisión que adopte el juez dejará totalmente claro qué se esconde detrás de esta historia, que es muy similar a otras que han acabado con miembros del comité antiespañol haciendo la ‘V’ de la victoria con sus dedos a la puerta del juzgado.
Si realmente Marruecos quiere acabar con el espectáculo que periódicamente monta este energúmeno y sus seguidores, en primer lugar debe empezar por desalojar de forma inmediata la denominada ‘tierra de nadie’, que se ha convertido en una ‘tierra sin ley’ desde que está bajo jurisdicción marroquí de una manera fáctica. El primer paso para una relación normal entre ambos países debe ser dotarnos de una frontera de la que ninguno nos avergoncemos.
Después llegarán la colaboración policial, los acuerdos en el ámbito judicial, el apoyo institucional mutuo, los intercambios culturales, las inversiones económicas... y, en definitiva, el progreso. Mientras no se dé ese primer paso, arrestos como los de ese alborotador no llevan a ninguna parte, sobre todo si no sirven para imponerle la condena que les corresponda según el ordenamiento jurídico marroquí. Mañana veremos si la detención de Chramti es una payasada más del circo al que nos tiene acostumbrados el denominado Comité de Liberación o comprobaremos si los jueces marroquíes actúan con la dignidad que les correspondería en un país desarrollado, democrático y serio.