Han pasado 20 años, pero la herida que dejó el accidente aún está abierta y no termina de cicatrizar. Los melillenses tienen los recuerdos del avión estrellado de Paukn Air ‘archivados en alguna carpeta’ en el fondo de la memoria. No es algo que se quiera recordar ni por aquellos que no perdieron a ningún familiar o amigo en esta tragedia. Aún duele revivir aquellas imágenes o informaciones que se publicaron en prensa. Un total de 38 personas fallecieron en este suceso, cuatro de ellas de la tripulación. El vuelo de Málaga a Melilla se perdió a la media hora de su salida. Fue encontrado a tres millas del cabo Tres Forcas. En 1998 fue el mayor desastre aéreo de España en trece años.
El Faro no estaba aún en los ‘carrillos’ ese 25 de septiembre de 1998. Su primer número se publicó el 20 de octubre y, al día siguiente, salió con las primeras páginas de información. Pero aquellos primeros días de su edición ya recogía cómo avanzaba el caso, tanto en la comisión hispano-marroquí que se configuró para determinar las causas del suceso, como en los tribunales, y qué cambios se iban a producir en el aeropuerto y en los viajes al suspenderse los vuelos de esta compañía.
El avión había salido de Málaga sobre las 8:30 horas y media hora más tarde desaparecía. La mayoría de las personas que iban como pasajeros eran melillenses y el resto, de Andalucía, según recogen las crónicas de ese día.
El accidente se había producido en un lugar de difícil acceso. Aunque hasta allí acudió la Cruz Roja y militares melillenses para rescatar los cuerpos de los fallecidos.
Empresarios, trabajadores de la construcción y una pareja que se iba a casar en unas semanas fueron algunas de las víctimas. Se tuvo que habilitar la lonja para derivar hasta allí los cuerpos sin vida de los pasajeros. Un grupo de forenses de Andalucía acudió a Melilla para poder certificar la identidad de las víctimas.
Además, se realizó un funeral multitudinario al que acudieron unos 4.000 melillenses. También estuvieron presentes los Duques de Lugo y el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado. Un tema polémico en la ciudad fue precisamente que no viniera el presidente del Gobierno, José María Aznar.
En las semanas sucesivas se pondría en duda si el piloto del avión dio o no positivo en las pruebas de alcoholemia practicadas y si fue un error humano lo que llevó al avión a estrellarse contra esta colina o fue la falta de visibilidad por la niebla que había en ese momento en la zona. Las conclusiones de la comisión hispano-marroquí se hicieron esperar, y según El Faro, no fueron determinantes.
También estuvo en debate si el aeropuerto contaba con todas las tecnologías necesarias o no para mejorar la aproximación de los aviones.
Además, este suceso se produjo casi un año después de la rotura de los depósitos de agua de Averroes.
Fatídico accidente que segó la vida de muchos pasajeros,es la prueba contundente de que,hasta que no tome tierra la aeronave,no estamos seguros del todo.Descansen en paz todos los fallecidos y recemos para que estas desgracias no vuelvan a ocurrir.
Ese accidente está grabado en mi mente, un recuerdo indeleble que me acompañará todos los vdias de mi vida
descansen en paz todos
Lo siento mucho