Ayer por la mañana tuvo lugar un emotivo acto en el Hospital Militar de Melilla, pues se llevó a cabo el último arriado de Bandera que se realizará en el centro, que se trasladará en breve a las antiguas instalaciones del Banco de España.
Al acto, presidido por el coronel Pérez Calvo, director del Hospital Militar, asistió personal civil y militar que en algún momento estuvo destinado en el mismo. En palabras a los asistentes, el coronel destacó la historia de estas instalaciones militares, tan íntimamente ligadas a la historia de la ciudad autónoma de Melilla.
Tras un procesote mejoras continuadas desde su fundación, el Hospital Militar fue durante muchos años el principal centro hospitalario de la ciudad, hasta la construcción del Hospital Comarcal, que tomó el relevo en la actividad asistencial sanitaria de Melilla.
En sus 102 años de historia, el Hospital Militar ha adaptado su plantilla y sus misiones, de manera que a día de hoy la asistencia sanitaria al personal militar y sus familiares se lleva a cabo en el Hospital Comarcal y en entidades privadas por acuerdos de éstos con el Instituto Social de las Fuerzas Armadas
Al prescindir de las tareas de admisión y hospitalización de enfermos, el nuevo centro pasa a denominarse Clínica Militar Capitán Médico Pagés.
La Clínica Militar es imprescindible para atender a las necesidades de los Ejércitos en Melilla, pues realiza unas funciones que no pueden ser desarrolladas por entidades civiles, como son, entre otras, reconocimientos médicos periciales, analíticas para detección de sustancias psicotrópicas, reconocimientos médicos para todo el personal que realiza cursos y misiones en zona de operaciones y similares.
Asimismo, trabajará en ella un equipo de telemedicina para dar apoyo a la asistencia sanitaria al personal desplazado a islas y peñones, permitiendo también conexiones directas simultaneas con especialistas del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, lo que potencia notablemente la calidad asistencial a este personal.
Está previsto que, tan pronto como finalicen las obras del nuevo Hospital Universitario, que se construye en los terrenos que ocupaba el Hospital Militar, la clínica abandone el edificio cedido por la Dirección General de Patrimonio del Estado, la antigua sede del Banco de España, reubicándose definitivamente en sus nuevas instalaciones.
Así pues, en la jornada de ayer se puso un emotivo ‘punto y seguido’ a más de un siglo de historia militar y sanitaria en la ciudad autónoma. Los trabajadores que han desarrollado su labor en el centro durante los últimos años, asistieron emocionados al último izado de bandera en dichos terrenos.
No obstante, su traslado es temporal, ya que en unos años la clínica dispondrá de mejores instalaciones y equipo que nunca, cuando pase a estar ubicada de manera definitiva en el nuevo Hospital Universitario de Melilla, con el que se espera atender de manera eficiente todas las necesidades sanitarias que presenta la ciudad autónoma a día de hoy.
Hasta ese día, las instalaciones de la clínica estarán en un edificio no menos emblemático, el del antiguo Banco de España, situado en pleno centro de Melilla.
Más de un siglo de existencia ligado a la ciudad.
La asistencia sanitaria en Melilla comenzó tan pronto como fue ocupada por las huestes andaluzas del comendador Don Pedro de Estopiñán en el año 1.497. Era lógico que así ocurriera, por tratarse de una plaza continuamente hostilizada, separada de la península por mar y frecuentemente incomunicada por los temporales que periódicamente azotan la costa.
El primer hospital estuvo situado en la Plaza de los Aljibes, esquina a la Calle Concepción. En tiempos del Luis de Velázquez y Angulo, se construyó otro que fue inaugurado el 7 de abril de 1.665 frente a la iglesia Parroquial de la Purísima Concepción, en el solar que luego ocupó la antigua Farmacia Militar.
Durante la Campaña de 1.909, se desbordaron las posibilidades del vetusto edificio del casco antiguo siendo necesaria la habilitación de hospitales provisionales. Las dificultades de apoyo logístico aconsejaron la concentración en los terrenos ocupados por el actual Hospital.
En principio, este centro se creó sobre 28.000 metros cuadrados, contaba con 380 camas y solo atendía a clases de tropa en sus 20 barracones, 4 pabellones clínicas y sala de operaciones. Los melillenses pronto le denominaron Hospital del Docker, por el nombre de sus barracones.
Hasta la construcción del Hospital Comarcal para reemplazar al Civil de la Cruz Roja, la asistencia hospitalaria en Melilla se desarrolló en el Hospital Militar, desfasado en relación con el primero. Como dato ilustrativo, reseñar que el servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Militar fue el único que funcionó en Melilla hasta la inauguración de la UCI del Hospital Comarcal en 1990.
En virtud del convenio de colaboración entre el Ministerio de Defensa y el de Sanidad de 19 de Febrero de 2007, se acordó la construcción y equipamiento de un centro sanitario de uso conjunto Cívico y Militar en los terrenos del actual Hospital Militar.
En septiembre de 2008, cesó la actividad hospitalaria, permaneciendo sólo la de consultas externas y servicios centrales.
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