El sindicato anuncia que Aena ha asegurado que la privatización no conllevará ningún tipo de perjuicio a los empleados y cancela la convocatorio de huelga.
Satisfacción entre los dirigentes de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Melilla por el acuerdo alcanzado el pasado jueves con Aena, y gracias al cual se ha garantizado la estabilidad laboral y el respeto de las condiciones del convenio colectivo del área, asegurándose así la permanencia de los trabajadores aeroportuarias. El acuerdo afectará en Melilla a los 52 empleados de Aena que operan en la Ciudad Autónoma.
Ahondando en dicha cuestión, el vocal ugestista de Aena, Carlos Matesanz, precisó ante los medios de comunicación locales que el acuerdo ha conllevado que el sindicato cancele la convocatoria de huelga prevista para los días de Semana Santa y el comienzo de las vacaciones de verano.
Además, subrayó que para garantizar el cumplimiento de los convenios, los trabajadores pasarán a estar bajo la parte de gestión pública de la empresa Aena Aeropuertos S.A; la cual estará compuesta en un 49 por ciento por capital privado.
Por otro lado, agregó que la empresa contará con una Sociedad de Control y Seguimiento en la que participarán las autonomías y cuyo objetivo es fijar las condiciones laborales de la plantilla.
Pese a las buenas sensaciones generadas a raíz de la firma del acuerdo, Matesanz recalcó que su sindicato no avala la privatización, pero que las negociaciones se han centrado en salvaguardar los derechos de los empleados.
“Iniciamos las conversaciones con una meta clara; el mantenimiento de la plantilla y de las condiciones de trabajo con carácter completamente indefinido. Así, hemos llegado a un acuerdo que abarca y garantiza las prestaciones en sanidad, jubilación y plus por residencia”, explicó a los medios de comunicación.
Para finalizar, recalcó que las conversaciones llegaron a buen puerto gracias a la intervención del ministro de Fomento, José Blanco, pues aseguró que por parte de Aena “se boicotearon las negociaciones”.
Así pues, no le quedó más que manifestar su satisfacción ante el acuerdo alcanzado, siempre matizando que la UGT no apoya la privatización de los aeropuertos, pues recordó que muy pocos de ellos son económicamente rentables, lo que hace temer al sindicato un deterioro del servicio prestado a los usuarios.