Hace una semana, un agente recibió el impacto en el brazo de una tabla de madera que fue lanzada por un activista de Gran Rif de Derechos Humanos desde ‘tierra de nadie’, según el sindicato.
Los efectivos de Policía Nacional que trabajan en los puestos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos se sienten “intimidados” tras las últimas agresiones realizadas por manifestantes pertenecientes a la organización Gran Rif de Derechos Humanos, liderada por Said Chamtri. Así lo afirmaron en la jornada de ayer a El Faro fuentes de la Unión Federal de Policía (UFP), las cuales indicaron que el agente herido por una pedrada el pasado viernes no ha sido el único en sufrir “los ataques y provocaciones” de esta asociación del país vecino.
Según la UFP, la semana pasada un profesional de la Policía Nacional que realizaba su turno en el puesto de Beni Enzar recibió el impacto de una tabla de madera en el brazo, la cual fue lanzada desde la conocida ‘tierra de nadie’ por un integrantes de dicha organización. El golpe le ocasionó un hematoma de unos treinta centímetros.
Estas dos agresiones han puesto en alerta a los agentes, los cuales se sienten “impotentes, al no poder defenderse”. La UFP apuntó que los autores de estos ataques “son cuatro o cinco alborotadores” que actúan tanto en el paso de Beni Enzar como en el de Farhana “con el único objetivo de provocar y generar conflicto”.
Asimismo, las fuentes del sindicato policial subrayaron que los atacantes se sirven de las lagunas legales que existen a la hora de que los agentes puedan actuar en ‘tierra de nadie’, el espacio situado entre la frontera española y la marroquí. Aunque sobre el papel se trata de un espacio neutral, en la práctica se ha convertido en un terreno “donde nadie pone orden y desde el cual se puede actuar con total impunidad”.
“Lanzan objetos aprovechando que no podemos poner un pie en esta parte de la frontera. Es muy frustrante para los agentes ver cómo los amenazan y agreden sin poder hacer nada para defenderse”, subrayaron las fuentes de la UFP a este periódico. En este sentido, consideraron que la única solución posible es que España y Marruecos alcancen un compromiso en firme para que la ‘tierra de nadie’ sea realmente un espacio neutral.
Aunque las agresiones denunciadas por el sindicato han tenido lugar en Beni Enzar, el paso fronterizo con mayor tránsito de personas y vehículos, los integrantes de la agrupación marroquí también actuaron durante la semana pasada en el de Farhana tomando fotografías de los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil que trabajan en este puesto. Además, el pasado viernes media docena de manifestantes de esta asociación patearon la puerta de acceso peatonal, sin que el incidente pasara a mayores.
Entre algunos integrantes del Cuerpo, existe el temor de que las imágenes puedan ser utilizadas como arma de represalia contra los agentes. “Incluso existe miedo de que quemen nuestros coches, ya que también fotografiaron matrículas. Es una situación desesperante, van contra nuestro bienestar, contra nuestra tranquilidad”, lamentaron desde el sindicato.
Por otro lado, las fuentes de la UFP destacaron que los agentes “se han comportado con total profesionalidad” frente a estas agresiones y que no hubo respuesta por su parte pese “a las continuas provocaciones”. No obstante, insistieron en que la situación en los puestos fronterizos es “tensa” y los efectivos policiales comienzan a sentirse “desbordados” ante lo que ocurre, por lo que pidieron a la Delegación del Gobierno que tome cartas en el asunto “cuanto antes”.
En la jornada de ayer, El Faro contactó con la Delegación del Gobierno de Melilla para conocer su versión sobre las denuncias realizadas por la UFP. La nueva agresión sobre la que informó el sindicato a este periódico, la que tuvo lugar hace una semana y en la que un agente fue herido con una tabla de madera, no pudo ser confirmada ni desmentida por esta institución.
Lo ocurrido el viernes, cuando un policía nacional recibió el impacto de una piedra, fue ratificado por Delegación el sábado, tal y como publicó El Faro en su edición de ayer.
Reparto de panfletos en Beni Enzar.
No es la primera vez que asociaciones que reclaman la soberanía de Marruecos sobre Melilla y Ceuta, actúan contra de la Policía Nacional. El conflicto más recordado tuvo lugar en agosto del 2010. En aquella ocasión, se colgaron en el lado marroquí del puesto de Beni Enzar varios carteles con fotomontajes en los que que se criticaba duramente las labor de los agentes. En concreto, podía verse a varias mujeres de la Policía Nacional sobre un fondo de discoteca y dos manos manchadas de sangre. Además, también se produjeron agresiones similares a las que han tenido lugar en los últimos días. Entre los que protagonizaron dichos incidente se encontraba Said Chamtri, actual líder de Gran Rif de los Derechos Humanos.
En las recientes protestas protagonizadas por esta organización, también se han colgado carteles junto a la carretera que discurre por la 'tierra de nadie' y se han repartido panfletos entre peatones y conductores.
Tal y como ocurrió hace dos años, los agentes vuelven a sentirse “impotentes y desprotegidos”, según la UFP ante este tipo de agresiones, las cuales suponen “una presión añadida” a la hora de realizar su labor. “Nos sentimos totalmente desbordados”, lamentaron desde el sindicato.
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