Aunque el reglamento de la Real Federación Española de Fútbol era indiscutible al respecto y la UD Melilla ya conocía, desde la jornada de este domingo, que su rival para segunda ronda de playoff sería el cuadro del Atlético Baleares, uno de los grandes equipos de la Segunda División B del fútbol español, la confirmación oficial de la Federación no llegó hasta la jornada de ayer tras el sorteo oficial en el que se han decidido el resto de emparejamientos. Los unionistas se medirán a uno de los equipos más complicados de la categoría, un plantel que lleva sin perder desde el pasado 22 de diciembre, racha que le sirvió para obtener el título de campeón del Grupo III. Los melillenses tendrán enfrente a uno de los mejores conjuntos de esta categoría y que está planificado para dar el salto a la Segunda División del fútbol español.
Tan solo la mala suerte privó a los baleares del ascenso en la eliminatoria de los campeones de grupos al empatar a uno en su terreno de juego frente al cuadro del Rácing de Santander, después de ir venciendo a lo largo de todo el partido con el 1-0.
Por la posición de ambos clubes al término de la competición, además, será el conjunto baleárico quien ostenta la ventaja de jugar el segundo partido en casa. Así pues, el Álvarez Claro volverá a abrir sus puertas al mejor fútbol este fin de semana y se espera, como mínimo, un ambiente similar al vivido durante el choque de ayer.
El horario y fecha definitiva del encuentro quedará fijado próximamente. La afición acudió en masa a la llamada de su equipo (se ocuparon unas 4.200 entradas del aforo total de 6.200 personas que tiene el estadio), vibrando con una victoria muy trabajada de un equipo que dejó el esmoquin por las exigencias del guión y se ajustó el mono de trabajo para hacer inútiles las intentonas del filial ‘groguet’. Especial mérito tuvo la grada de animación, que anduvo calentando el partido ya desde la tarde en la Fan Zone de Global y hasta el final del encuentro.