Un reconocimiento especial fue para Ana Riaño, que hasta su muerte, contribuyó a la difusión de la cultura de Melilla.
Televisión Melilla celebró ayer el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual en un acto en el que se reconoció el apoyo de varias familias melillenses para la conservación de este tipo de documentos. No obstante, la televisión local realizó un homenaje especial a una mujer que contribuyó enormemente a la difusión de la cultura de Melilla, como fue Ana Riaño. Murió en 2005, pero hasta entonces participaba en todas las actividades culturales de la ciudad. Fue cantante y llegó a publicar varios trabajos discográficos. Aunque también fue poetisa y colaboradora de Tele 9, el primer canal local que se puso en marcha en Melilla.
Ana Riaño fue contertulia en los programas de cultura e hizo una gran defensa y difusión del patrimonio modernista y tamazigh de la ciudad a través de sus charlas. Fueron su tía y su prima, sus únicas familiares, las que recogieron ayer este reconocimiento.
Pero Riaño no fue la única que colaboró para proteger el patrimonio de Melilla. TVM destacó a siete personas que fueron pioneras en donar todas sus películas caseras para que esta televisión contara con fondos de cómo era la vida de los melillenses desde los años 60. A través de estos vídeos, se conoce hoy cómo eran las calles de la ciudad, los barrios, las casas y cómo se celebraban las fiestas, desde la Semana Santa a la Feria.
TVM resaltó la contribución para la conservación del patrimonio audiovisual que realizaron Lola Cañellas, Miguel Sánchez Gris, Angelines Reus, Carlos Gallego, Jesús Rodríguez, Enrique Sierra y Santiago Domínguez. Todos estos galardonados pudieron ver en dos minutos el resumen de las imágenes que cedieron hace años a esta televisión para que formara parte de los archivos de la vida de la ciudad.
Una de las imágenes curiosas de la noche fue la de la zona de almacenes, garajes y talleres que tenía la Compañía del Rif en el Hipódromo. Estos edificios se localizaban en las inmediaciones de un parque que hoy se puede visitar y que está situado tras la comisaría de la Policía Local. Sin la aportación de esta melillense, no se tendría una prueba gráfica de que estos almacenes estuvieron ubicados en esta zona de Melilla.
TVM reivindicó ayer que las administraciones tengan en cuenta la importancia de este tipo de documentos audiovisuales y por lo tanto, que inviertan en su conservación y digitalización. Todas las películas caseras son una muestra de las costumbres, tradiciones y actividades diarias de los melillenses que pueden servir en un futuro para investigaciones sociológicas o simplemente para saber cómo fue la juventud de los que vivieron en los años 60 y cuáles eran sus principales aficiones. El patrimonio audiovisual que conserva la televisión local es la historia del desarrollo de Melilla a través de las imágenes.
Francis Alemany, componente de TVM, destacó a El Faro que el archivo que guarda la televisión de los melillenses tiene una gran cantidad de fondos. Aseguró que no hay ninguna televisión local en la que se puedan consultar tantas imágenes grabadas por los propios ciudadanos que muestran cómo era su vida.
Gran parte de los vídeos de las siete personas a las que se les hizo este reconocimiento formaron parte de un programa de ‘El Retrovisor’, donde los protagonistas comentaban con el periodista Fernando Belmonte las imágenes que retrataban su vida de jóvenes o las grabaciones que habían realizado de un acontecimiento celebrado en la ciudad, unos documentos que son más que recuerdos.