Las Jornadas de lanzamiento del Plan Estratégico de Melilla pasan su ecuador con la realización de la octava sesión que tuvo lugar por vía telemática el miércoles 3 de diciembre, a las 19:00 horas, y han intervenido Iván Grande Merino, Director del aeropuerto de Melilla e Ingeniero Industrial y técnico aeronáutico; e Iñaki Gaztelumendi Do Ejo, Economista, Master en Destinos Turísticos y experto en Turismo, y ex Director Técnico del Foro de Turismo Gastronómico y ex director del Pacto Territorial en Melilla, entre otras, bajo el título de Alternativas al comercio transfronterizo: Turismo.
Tras la presentación del moderador de las Jornadas, Antonio Ramírez, que ha anunciado que, por parte de la Organización, se ha decidido posponer las cinco jornadas previstas en la última semana, desde el 14 al 18 de diciembre, a los días comprendidos entre el 18 al 22 de enero, por motivos de agenda de algunos de los ponentes, así como las recomendaciones de algunos participantes de que las jornadas eran demasiado numerosas y muy concentradas en escaso tiempo, dificultando su seguimiento, por lo que se ha observado una caída en las inscripciones en esa última semana. A continuación, ha intervenido, en primer lugar, Iván Grande, que ha iniciado su exposición explicando que, con motivo de la pandemia que sufrimos, tanto el número de rutas como las frecuencias en cada una de los vuelos del Aeropuerto de Melilla están cayendo en picado con respecto al año 2019, año en que se alcanzó el máximo histórico con un movimiento de 434.600 pasajeros a lo largo del año.
También ha explicado sobre los rangos de edad del pasajero típico de Melilla que lo cifra en 38 años; los motivos de los desplazamientos, mayoritariamente melillenses que se desplazan para visitar a sus familiares en la península y, en menor medida, familiares de residentes que acuden a Melilla, así como otros motivos de viaje.
A consecuencia de mejoras infraestructurales recientes, principalmente en la anchura de la pista, el aeropuerto de Melilla ha conseguido las siguientes mejoras operativas, que posibilitarán el servicio de aeronaves con mayores prestaciones cualitativas y cuantitativas. La primera es el procedimiento operaciones de letra de clave superior (2D): El número de aviones que pueden operar en el aeropuerto de Melilla da con este cambio un salto cualitativo importante, con lo cual la tipología de los aviones que podrán operar en Melilla aumentan sus capacidades. Por ejemplo: el A 400M, Hércules, etc.
Luego, un nuevo sistema de aproximación alternativo VOR, que posibilitará un aumento del tiempo diario de servicio del aeropuerto de Melilla.Y finalmente, no va a existir ninguna restricción para operar helicópteros nocturnamente.
Por su parte, Iñaki Gaztelumendi, ha iniciado su exposición hablando que la historia del sector turístico en los últimos 40 años, ha sido la narración de una historia de éxito, no solo español sino mundial. Incluso en la crisis económica de 2008-2009 la caída fue muy pequeña. Sin embargo, la caída de actividad que ha propiciado el COVID-19 está siendo muy aguda, y solamente con la irrupción de la noticia de la nueva vacuna han surgido las expectativas optimistas de cara al futuro.
Segunda potencia turística
España, que era la segunda potencia mundial en turismo, ha perdido 57 millones de turistas este año, o una cifra de unos 62.000 millones de euros de ingresos en 10 meses de 2020. Nos encontramos en una situación muy difícil. La caída del PIB nacional está muy relacionada con esta caída de la actividad turística.
Sabemos que el proceso de recuperación va a ser lento. Se espera que el proceso en España va a ser un poco más lento que en otros países de nuestro entorno. En este sentido, en el sector turístico se está abriendo con fuerza el concepto de sostenibilidad, la apuesta por la recuperación del patrimonio natural y cultural.
Precisamente, por ello, para Melilla este cambio de paradigma puede sermuy importante y dar posibilidad a Melilla dada sus capacidades para una oferta turística basada en este nuevo concepto. Para que sea posible que nos cualifiquemos como un destino turístico atractivo, tenemos que ser capaces de crear una narrativa acorde a nuestras pretensiones. Muchos destinos turísticos se han visto en algún momento en encrucijadas parecidas a la que vive Melilla ahora, con el fin de su monocultivo económico con el comercio transfronterizo. La economía de Melilla era y es una economía frágil, debido a la dependencia de factores incontrolables para el desempeño de una parte de la actividad económica.
El problema de Melilla no es la accesibilidad en sí misma, sino en el precio de la accesibilidad, que es demasiado alto para el turismo potencial, y eso es algo que hay que solucionar. Considera que el mestizaje e interculturalidad que se vive en Melilla es una característica potencialmente muy atractiva para crear una narrativa capaz de atraer turismo en Melilla.
Una hoja de ruta
Finalmente, ofreció una posible hoja de ruta para Melilla, considerando que el plan estratégico de Melilla, que es un instrumento de ámbito general, debería profundizarse con otro específico para el sector turístico basado en el primero; reflexionando sobre el modelo turístico, alineado con el modelo de desarrollo sostenible y la agenda 2030. Melilla puede contribuir al nuevo discurso de renovación del sector turístico.
Con ello, se diseñarán y generarán proyectos que posibilitarán una ofertaturística atractiva. Cree que va a existir una financiación procedente de los fondos europeos que tenemos que saber aprovechar debidamente. Las instituciones deben trabajar conjuntamente para conseguirlo, tanto Ciudad Autónoma, Autoridad Portuaria, AENA, instituciones del Estado.
Hay que mejorar el recinto histórico, ampliando a barrios como Mantelete, Ataque Seco, Barrio Hebrero y otros. Hay que generar infraestructuras de calidad para ello. La apuesta por la Cultura como elemento vertebrador de la oferta turística es básica. En Melilla se ha echado en falta una política turística coherente, que es algo diferente a la realización de actuaciones dispersas e inconexas. Si queremos construir un destino turístico de nivel, debemos capacitar a nuestros trabajadores previamente, en competencias digitales e idiomas.pararse específicamente para ello.
En el turno de preguntas, ambos ponentes coincidieron en la necesidad de que Melilla debe hacer un gran esfuerzo para cambiar la percepción exterior que genera Melilla, asociada siempre a desastres, problemáticas y noticias desafortunadas. Para ello, debe haber una estrategia de comunicación coordinada y efectiva, si bien, en esta época de uso generalizado de redes sociales, este es un ejercicio colectivo en el que no solo deberían implicarse las instituciones sino la totalidad de los ciudadanos, con el objetivo de la mejora de la imagen de Melilla.
A ver si publicáis todos los comentarios y no los que os convengan.
Buenos dias;
Sres. iluminados seguro que habeis cobrado por decir hipotesis fallidas. Melilla no tiene sitio para turistas, el turismo del siglo 21 es un turismo que no solo quiere ver cosas que las tiene en internet. El turismo moderno necesita mucha naturaleza, y hacerles soñar con espectaculos de lujo, parques acuaticos, zoologicos, etc y etc, es un turismo que no se conforma con poco es el siglo del infinito. Lo dije aqui y lo vuelvo a decir, la unica opcion que tiene esta ciudad para hacer algo por el mundo es nombrarla ciudad universitaria mundial, defendiendo la convivencia de las culturas y formando a los africanos para qe vuelvan a sus paises a ayudar a los suyos que es lo que realmente quieren y necesitan.
Qué turismo necesitamos atraer. Con qué personal cualificado contamos, nada se sabe. Nadie, en toda la democracia, se ha molestado en haber dado en todos los años perdidos un horizonte hacia donde dirigirnos . Aquí, en nuestra ciudad todo se pone en manos de familiares y amigos bastante cercanos. En esta ciudad los que deben hacer que se hagan las cosas nunca han necesitado hacer nada, eso sí, tapar la carretera, abrir zanjas, levantar aceras, cubrir aceras y cositas así. Aquí todo estaba hecho y sino no importaba, teníamos la frontera con Marruecos y el comercio atípico, que solucionaba todo el problema de tener que hacer cosas, para qué hacer una mejor ciudad y trabajar tanto. Volviendo a lo de necesitar profesionales y trabajadores preparados, esto molesta en esta tierra, te puedes tirar años preparándote o tener una gran experiencia profesional que aquí no te va a servir de nada, siempre hay un amigo o un familiar que aunque no sepa nada, lo hará aunque sea pegando a escupitajos los ladrillos.