Remontada La escuadra azulina volvió a demostrar su capacidad de reacción para igualar un marcador adverso Tanda de penaltis La suerte desde el punto fatídico premió el trabajo y el esfuerzo del equipo. Partido vibrante y muy disputado entre ambos equipos, haciendo honor al torneo del K.O. El Melilla no renunció nunca al partido a pesar de marchar por dos goles abajo en el marcador, distinguiéndose por una disciplina extraordinaria, abortando en todo momento la llegada del equipo albinegro a los dominios del guardameta Dorronsoro. No obstante, y aunque ambos porteros permanecieron como espectadores de excepción durante la primera parte, el partido fue épico en todos los sentidos.
Las ocasiones se repetían sobre ambas porterías, pero ninguna finalizó con disparos entre los tres palos que significaran un real peligro para los equipos. En la segunda parte, a lo vibrante del encuentro se añadieron los goles, la salsa de este bello deporte.
El Melilla respondió con osadía y con arrogancia en sus cambios, lo que propició que el conjunto norteafricano, que nunca renunció al ataque, lograra el empate en el tercer minuto de la prolongación.
En el minuto 48 y 54, Mateo abortó dos ocasiones claras de gol ante Chota y Andrés. El guardameta linense de nuevo tuvo que intervenir ante el peligro en el lanzamiento de un corner cuyo remate llegó a pies de Domenech y su disparo, con dificultad, lo atrapó un gran Mateo.
En la primera aproximación de peligro en este segundo acto del equipo blanquinegro, Rubén Cuesta mandó al fondo de las mallas un pase de Copi que contó con la complicidad de Antonio Caña que dejó pasar el esférico. El tiro cruzado se coló en la red del portal visitante.
El equipo local recurrió al toque de balón ante el repliegue del Melilla. Dominio intenso que durante casi todo el partido vio por primera vez como los visitantes daban por primera vez un paso atrás. En el minuto 66 una incursión de Curro por banda izquierda era culminada con un centro despejado y, tras un despeje, el rechace caía en las botas del propio Curro que con un gran disparo batía a Dorronsoro.
La apuesta valiente del técnico visitante Juan Moya, ubicando a Velasco como lateral derecho, tuvo su respuesta muy poco tiempo después. En el minuto 69, el propio Velasco ganaba la línea de fondo y servía el esférico para que Chota acortara diferencias en el luminoso. La Unión Deportiva Melilla tomaba las riendas del partido, ante el sufrimiento de los locales que trataban de parar el encuentro. Fue expulsado en este periodo el segundo técnico blanquinegro.
En el minuto 81, Domenech lanzaba una falta que lamía el travesaño. En el minuto 92 Ocaña tuvo en sus botas ampliar el marcador pero, con el portero batido, el balón se marchaba fuera. Un minuto después, cuando el equipo local reclamaba falta sobre Bello, en la jugada siguiente eran sancionados con falta y cartulina amarilla para el capitán Chico. El balón botado por Bello quedaba sin dueño en el área pequeña y el más listo de la clase, Chota, lograba la igualdad en el marcador.
En la prórroga, cuando solamente se llevaban disputados tres minutos, el colegiado expulsaba a Carlos David. Reestructuraba su defensa Juan Moya, ubicando a Velasco como lateral izquierdo, César Díaz en el carril derecho y Andrés se colocaba en el centro de la zaga acompañando a Mahanan. El Melilla supo romper el ritmo del partido y cualquier mínima ocasión era aprovechada para contragolpear con peligro. Sólo la falta de efectivos por delante del balón impedían que llegara el gol visitante.
El equipo local acusó los dos goles y el paso de los minutos pasó factura a ambos equipos, que llegaron exhaustos al final de la prórroga y la correspondiente tanda de penaltis, donde la suerte sonrió una vez más al Melilla que, varios años despuéspués, vuelve a ser desde el pués, vuelve a ser desde el punto fatídico la bestia del equipo blanquinegro.
Con anterioridad, Linense y Melilla se habían enfrentado en cuatro ocasiones en el torneo del KO de las que el cuadro albinegro salió victorioso en dos de ellas, empatando en una y encajando una derrota que se une a la de ayer.
Después de esta gran victoria, los hombres de Juan Moya permanecerán en tierras peninsulares hasta la noche del domingo que será cuando embarquen de regreso a la ciudad.
La expedición partirá hoy hacia Almería donde montarán el cuartel general de cara al partido que disputarán el domingo en el Carlos Belmonte ante el Albacete Balompié que ayer quedó apeado de la Copa del Rey al caer en la tanda de penaltis ante el Huracán de Valencia.