El equipo albinegro se marchó al descanso con un ajustado marcador de 1-0 y varias ocasiones de gol desperdiciadas l En la reanudación las chicas mostraron un gran espíritu de sacrificio y terminaron goleando al rival.
Importante paso al frente el que dio en la tarde de ayer el representante melillense en la categoría de plata del fútbol sala femenino tras imponerse por 4-0 a un rival directo en su lucha por la permanencia, el San Juan Bosco de Puertollano.
El partido tuvo dos partes muy diferenciadas. En el primer acto, y a pesar de que las jugadoras locales salieron muy enchufadas y conscientes de lo mucho que había en juego, el equipo de Revuelta no brilló a una gran altura, si bien es cierto que las ocasiones de gol fueron para las albinegras.
A los 3’30” llegó el primer gol del partido, conseguido por Lore con un potente lanzamiento desde quince metros ante el que nada pudo hacer la cancerbera manchega.
Los minutos fueron pasando sin que el Torreblanca corriera excesivo peligro en defensa, pero en su debe está el haber jugado con menos intensidad de la que tiene acostumbrada a los aficionados, circunstancia que se pudo deber al hecho de ver que sobre la pista eran superiores a su rival, pero en este mundo del futsal ya se sabe que lo que manda es el resultado y la victoria mínima que reflejaba el electrónico no permitía darse demasiadas alegrías.
Con el 1-0 se marcharon los equipos a los vestuarios en un tiempo de descanso en el que Revuelta pidió a sus jugadoras un cambio de chip, un punto más de intensidad en el juego, y esto fue dicho y hecho.
Las jugadoras del Torreblanca Melilla saltaron a la cancha en la reanudación con mucha más hambre de victoria, si cabe, de la que habían hecho gala en el primer acto.
Curiosamente se habían disputado los mismos minutos que en la primera parte, tres y medio, cuando llegó el 2-0. Contra llevada por Gema que da una gran asistencia a Lore para que esta marque su segundo gol de la tarde.
Minutos después, la propia Lore estrelló un balón en el larguero ante un San Juan Bosco que parecía haber quedado ‘grogui’ tras el segundo gol. Esto hizo reaccionar a Óscar Díaz, técnico de las mineras, que muy pronto, a los 27’30” de juego optó por poner en cancha portera jugadora, siendo Elena quien ejercía en esa función.
Con este cambio táctico, la escuadra amarilla comenzó a tener más posesión de balón ante unas melillenses que cerraban filas y hacían un importante desgaste físico para evitar que marcara su rival.
Con el paso de los minutos, las locales fueron ganando en seguridad y en el último minuto del encuentro, con el San Juan Bosco ya desesperado, llegaron dos goles consecutivos de Gema, uno desde su propia cancha y el otro tras un robo de balón de Vero, para poner el definitivo 4-0.