Tres inmigrantes de origen subsahariano han accedido este sábado a Melilla de forma irregular saltando la valla fronteriza que separa España de Marruecos en la ciudad autónoma, a pesar del fuerte temporal de viento que sufre, con rachas máximas de 90 kilómetros por hora, que ha obligado a activar la alerta naranja.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que esta entrada irregular se ha producido poco antes de las 8.00 horas de este sábado, cuando estaba amaneciendo, momento en el que el Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil ha detectado la presencia de tres inmigrantes de origen subsahariano cerca de la valla.
El intento de entrada se estaba produciendo por la zona trasera del cementerio musulmán de Melilla, adonde han acudido rápidamente varias patrullas para tratar de impedir la entrada, si bien los inmigrantes han conseguido finalmente saltar los seis metros de altura de la doble valla y la sirga tridimensional y han accedido a la ciudad.
El último salto del que se tuvo constancia ocurrió el 28 de enero
El último salto a la valla del que se tuvo constancia ocurrió el 28 de enero, cuando un inmigrante subsahariano logró acceder a Melilla saltando la valla por la zona de Arroyo Pajares, próxima al paso fronterizo de Beni-Enzar, también cuando la ciudad estaba en alerta amarilla por fuerte viento.
Datos de Interior
Al margen de este salto, el Ministerio del Interior publicaba ayer los datos sobre el balance de inmigración irregular. Se destaca que del 1 al 31 de enero entraron en Melilla por vía terrestre un total de 438 personas, mientras que en el 2018 fueron 680. No obstante, en enero del pasado año se produjo un salto masivo a la valla y este año, hasta la fecha no se ha producido ninguno. Esto implica que han pasado a Melilla 242 personas menos si se comparan los dos años y lleva a registrar un descenso de un 35,6%.
En Ceuta, los datos de entradas por tierra también recogen que han accedido a la ciudad hermana un total de 70 personas, mientras que en enero de 2018 fueron 102, con lo que hay una disminución de un 31,4%. Entre las dos ciudades se suman 508 entradas y supone una disminución de un 35% respecto a enero del pasado año.
Por vía marítima, han llegado a la ciudad siete personas en enero y una embarcación, según los datos de Interior. En cambio, en enero de 2018 fueron 46 en tres pateras. Esto supone un descenso de un 84,8% de las llegadas de personas en embarcaciones.
En Ceuta, son cinco pateras las que han arribado a las costas con 63 personas, mientras que comparadas con enero de 2018, supone un aumento de un 40% en el número de personas y un 25% en las embarcaciones.
En general, la llegada de inmigración ilegal a España supone un 111,8% más que hace un año.