Los institutos de Educación Secundaria (IES) Juan Antonio Fernández y Rusadir; y la Escuela de Arte Miguel Marmolejo de Melilla han renovado este miércoles las banderas verdes que los acreditan como centros destacados en el ámbito de la educación ambiental y la sostenibilidad.
De acuerdo con Ana Pérez-Montero, directora de Programas en la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, encargada de entregar esta distinción, estas tres ecoescuelas melillenses han hecho un "increíble" trabajo en cuanto a la reducción del consumo de agua y de electricidad, la alimentación saludable o la mejora en la gestión de sus residuos; así como al conocimiento de la biodiversidad local, la limpieza de playas o la plantación de árboles.
Según ha detallado la especialista, este proyecto no se centra en lo académico, sino en lo participativo y en su incidencia en la comunidad. En Melilla, están registrados en él desde 2010 el IES Juan Antonio Fernández Pérez, la Escuela de Arte y el Colegio Enrique Soler, que debe renovar su bandera verde en 2023; así como el IES Rusadir, que se sumó en 2015.
A tenor con Pérez-Montero, esta renovación se hace cada tres años para comprobar que se sigue trabajando y estos centros han demostrado que, además de avanzar, innovan y llegan cada vez a más personas. "Estamos muy contentos", ha resumido.
En concreto, esta iniciativa empieza diagnosticando las necesidades de cada centro y viendo qué se puede transformar en términos ambientales y de sostenibilidad. Luego, se implica a profesores, alumnos, directivos y familias en una serie de acciones que difunden una conciencia ambiental en la sociedad y que se traduce en mejoras para el propio centro.
Pérez-Montero ha explicado además que la asociación europea sin ánimo de lucro a la que pertenece es la misma que otorga las banderas azules de playa, que responden a criterios más estrictos, mientras las banderas verdes "son más de metodología". Se trata de cumplir objetivos ambientales "que no marcamos nosotros", sino que son trazados por el centro porque se adaptan a su realidad. En estos casos, ha insistido, "los han alcanzado con creces".
Por su parte, Ana Isabel Lara, del IES Rusadir, ha destacado que han trabajado "duro" durante tres años para obtener por segunda vez esta bandera. En resumen, esta experiencia les ha permitido inculcar valores ambientales mediante el aprendizaje cooperativo y el abordaje de cualquier contenido del currículum, a través de actividades "motivadoras, divertidas y lúdicas", que los mismos alumnos eligen.
Asimismo, Pérez-Montero ha instado al resto de los institutos y los colegios de la ciudad autónoma a inscribirse en este programa. "Queremos que se sumen más y más jóvenes", ha concluido.
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