El macizo montañoso que rodea la ciudad permite disfrutar de un incomparable paisaje y la presencia de varias fortificaciones.
El macizo del Gurugú, omnipresente en la vida de los melillenses, es uno de los parajes cercanos más atractivos para realizar senderismo sin necesidad de desplazarse a varios kilómetros de la ciudad.
La presencia de una masa boscosa importante, fruto de las repoblaciones realizadas en tiempos del Protectorado español en Marruecos, así como las numerosas pistas trazadas en aquellos años y posteriormente, convierten a esta zona en una de las más apreciadas por los amantes del trekking, aunque no son los únicos, pues también puede practicarse la bicicleta, un deporte en auge en la ciudad, en particular en lo que respecta a las rutas por Marruecos.
Si nos centramos en el senderismo, lo cierto es que son varias las vías que pueden seguirse para acceder al macizo, tres de ellas principales en la medida en que dan a la cara este, la que mira hacia Melilla. Su comodidad radica en la cercanía a la ciudad así como por el hecho de que dos de ellas nos llevan directamente a las antiguas fortificaciones españolas en los dos picos más visibles, Basbel y Kol-la. En cualquier caso, hay una tercera algo más escorada en dirección noreste que parte desde la población de Zoco el Had.
Respecto a las dos primeras, la ruta de partida puede llevarse a cabo desde el conocido como Barrio Chino, un antiguo núcleo de población española, proveniente la mayoría de la provincia de Almería, una de cuyas características era la posesión de una pequeña cabaña porcina, de ahí el nombre de chinos, en referencia a estos animales.
Anécdotas al margen, aún quedan algunas casas de la época, casamatas que pueden localizarse en entre las calles de lo que se ha convertido ya en un arrabal de la propia ciudad, pese a estar ubicado en Marruecos. De aquí parten dos vías de acceso al Gurugú. Por un lado, la más tradicional es la que sigue la antigua carretera de acceso al pico de Basbel, un camino que discurre entre el bosque de coníferas, salteando la carretera de acceso de forma intermitente aunque es posible tomar un desvío alternativo a la altura del antiguo parque construido en los años ochenta del pasado siglo en la zona.
A partir de ahí, bordeando la cara noreste, se accede a una pista que bordea el macizo hasta enlazar con la localidad de Karmud. En nuestro caso seguiremos una senda trazada y bien delimitada por los propios marroquíes que nos llevará directamente hasta el pico de Basbel y la fortaleza española. El nivel no tiene ninguna dificultad para los principiantes que quieran acceder por esta ruta a la montaña.
Una segunda opción es realizar la ascensión al Gurugú alcanzando primero el pico de Kol-la. En este caso se pueden elegir dos rutas, que parten de la base del barranco del Lobo. Una de ellas sigue el propio barranco hasta alcanzar una antigua fuente. Siguiendo el riachuelo, que en gran parte del año lleva agua, en particular invierno y primavera, uno alcanza la pequeña meseta de Hardú. Esta ruta es más dura debido al fuerte desnivel que hay que pasar, aunque tampoco ofrece grandes dificultades.
Una segunda opción es seguir la pista que abrieron los marroquíes como consecuencia del incendio que se produjo hace unos años en la zona y que acabó con gran parte de la masa forestal. En este caso desde la base del barranco del Lobo habrá que dirigirse hacia un promontorio conocido como ‘gorro frigio’ y a partir de ahí adentrarnos en una pequeña población desde la que parte un camino que enlaza con esta pista. Una vez allí. O bien seguimos la pista entera o bien optamos por una última opción como es seguir ladeando por la cara sureste el Gurugú, aunque esta vía nos aleja algo del objetivo de alcanzar el castillo de Kol-la.
Estas son las vías de acceso más visibles desde Melilla aunque aún nos queda una más, en este caso por la cara noreste, que parte desde la localidad de Zoco el Had.
Esta es la vía más larga de todas ellas, con lo cual se requiere un buen estado de forma física, más que nada debido al tiempo que tardaremos en recorrerla, pues la dificultad es mínima. En este caso no salimos desde el barrio Chino sino desde Farhana.
Seguiremos una pequeña carretera que bordea el arroyo Farhana hasta alcanzar posteriormente las alturas del Zoco y a partir de ahí y en dirección sur, entraremos en una pista interminable que nos lleva hacia el macizo para terminar adentrándonos en las primeras escarpaduras de la montaña.
Este camino es de una belleza singular debido a las vistas que ofrece el recorrido así como la exuberante vegetación existente. Al ser una zona más húmeda por estar orientada al norte, encontramos aún algunos ejemplos de selva mediterránea, alternada con bosques de coníferas y pastos para el ganado. La ascensión es larga pero pausada permitiendo un recorrido tranquilo.
La llegada a las altura permite contemplar una vista inédita de la zona occidental del cabo Tres Forcas además de una perspectiva algo diferente a la que vemos desde la ciudad.
Finalmente, siguiendo la pista a izquierda o derecha, nos llevará al castillo de Basbel, final de un recorrido que no dejará indiferente a nadie debido a la belleza paisajística que se divisa desde cualquier punto, al ser una zona abierta a las caras norte y oeste del Gurugú.