Trece millones de euros al servicio del patrimonio y la cultura

{jathumbnail crop="undefined" /}La obra, paso a paso, con todos sus detalles y resultado con total precisión de dependencias y espacios.

Tras la compra inicial en 2005 del antiguo Cine Nacional a su último propietario, José Pérez Hernández, así como del edificio aledaño que, originalmente, conformó parte del antiguo teatro, el Proyecto de Ampliación, Remodelación y Restauración del Gran Kursaal de Melilla surge del deseo, por parte del Gobierno que preside Juan José Imbroda, de dotar a la ciudad del gran teatro que demandaba el mundo de la cultura en Melilla. Por tal motivo, con fecha 01 de agosto de 2008,  la Oficina de Supervisión de Proyectos de la Consejería de Fomento aprueba el Proyecto de las obras. El edificio es de planta rectangular y cuenta con una superficie de 1.152,68 m2.
Posteriormente, el 29 de agosto del mismo año,  la Consejería  de Fomento adjudica a la empresa Jarquil Andalucía, S.A. la ejecución de las obras. A partir de entonces se firma del Acta de Replanteo el día 09 de Febrero de 2009 con un plazo de ejecución inicial de obra de 16,8 meses, que por motivos técnicos y perfectamente justificados se incrementó hasta los 24 meses.
El proyecto básico y de ejecución de las obras de ampliación, remodelación y restauración del Teatro Kursaal fue redactado por la empresa Ayesa con la colaboración de Rafael García Diéguez. La Dirección de Obra ha corrido a cargo de Miguel A. Pontijas Calderón y la Dirección de Ejecución a cargo de Francisco Javier García Baeza, Mohamed Toufik Díouri Yelul y Gabriel Isaac Levy Mahfoda como técnicos locales. El seguimiento de la Coordinación de Seguridad y Salud de las obras lo ha llevado la empresa Total Engineering.
El proyecto de suministro del equipamiento escénico, promovido por la Consejería de Fomento, lo redactó y dirigió Juan Luis Campos Fernández y lo ha ejecutado la empresa Chemtrol Teatros S.A.
El total de presupuesto adjudicado, incluyendo el suministro y la instalación del equipamiento escénico ha ascendido a una cuantía aproximada de 10.000.000 millones de euros, cantidad inferior a la estimada en 2005, fecha en la que se inició el expediente. A esta cuantía hay que añadir los 3 millones de euros que costaron los dos edificios adquiridos por la Ciudad para recuperar, tal cual se concibió originalmente en cuanto a sus dimensiones se refiere, el Gran Teatro Kursaal.

Análisis histórico

El Kursaal fue un proyecto empresarial que se remonta a 1912, año en el que existía un salón erigido con materiales no permanentes, que atraía al público melillense y al que acudían compañías de variedades y en el que también se realizaban algunas proyecciones cinematográficas.
El edificio existente  inicia su andadura con el proyecto firmado en diciembre de 1929 por el arquitecto Enrique Nieto Nieto, catalán residente en Melilla, por encargo del propietario del solar, Rafael Rico Albert. La realización de las obras estuvo a cargo del contratista Pedro Martínez Rosa, con el derribo del antiguo Salón de Variedades y Proyecciones Cinematográficas.
El arquitecto había sido en Melilla el defensor de un modernismo florista, pero ya en los años 20 varió sus códigos estéticos y ensayó nuevos elementos que, sin renunciar al modernismo, le alejaba de los postulados florales y decorativistas, en beneficio de diseños más geométricos. Por esa razón, Nieto eligió para la fachada un planteamiento sobrio, con un rotundo cuerpo central abierto con gran vano en arco segmentado y compartimentado que sirviera de asiento a una hilera de pilares capaces de soportar un entablamento, con pequeño frontón ligeramente curvado y un potente remate con pináculos de gran esbeltez.
De otra parte, una discreta balconada curva infería a la fachada el contrapunto necesario en la composición. Los cuerpos laterales de la misma, mucho más discretos en su concepción, se diseñaron con un gran vano muy estilizado verticalmente entre potentes pilastras de orden gigante que remataban en pináculos romos.
La fachada lateral, que se despliega en un espacio mayor, aparecía determinada además en un ritmo formado por estrechos vanos muy alargados entre grandes pilastras con remates por encima del entablamento en pináculos de coronación roma. A su vez, una moldura a modo de bocel recorría horizontalmente las dos fachadas abrazando los arcos superiores de los vanos y confiriendo un elemento de equilibrio en una composición que potencia sobre todo los elementos verticales.
Todo ello, puede apreciarse de nuevo hoy en día gracias a la fiel rehabilitación y restauración que se ha hecho del conjunto de la misma fachada.

Conservación fachada

Las actuaciones encaminadas a la conservación de la fachada han abarcado desde la recuperación de elementos decorativos deteriorados, hasta la utilización de materiales que fueran coherentes con el tipo de edificio y con la propuesta cromática.
El interior de la fachada se mejoró con materiales propios de la época recuperados de la demolición, al tiempo que se picó toda la superficie tanto interior como exterior para su posterior enfoscado.
En el lado exterior también se repararon las grietas cosiéndolas y poniéndoles un mallazo para posteriormente enfoscarlas con mortero de cal a fin de conferirle una textura similar a la del edificio originario.
El deficiente estado en el que se encontraban muchos de los elementos ornamentales hizo necesario que fueran restaurados o, en último caso, vueltos a elaborar. Se recupera igualmente el almohadillado original de la fachada principal perdido con el transcurso del tiempo.
En el caso del zócalo, para evitar las humedades, se utilizó un mortero macroporoso útil en la protección de muros con remontes de humedad y acabado con una capa de revoco coloreado.
En el resto de la fachada se colocó sin embargo una base mortero de cal y revoco coloreado que responde a la composición cromática primitiva.

Usos y superficies

La superficie útil por planta es la siguiente: Planta Baja, 858,95  m2; Planta Primera, 740,99  m2; Planta Segunda, 406,11  m2; Planta Tercera, 284,96  m2; Planta Cuarta, 304,30  m2; Planta Quinta, 377,92  m2; Planta Sexta, 227,33  m2; Planta Séptima, 246,73  m2.
En total, una superficie construida de 4839,88  m2 y una superficie útil de 3447,29  m2, que se reparte del siguiente modo: Área Artistas y Técnicos,  868,03  m2; Torre Escénica, 1042,52  m2; Sala de Espectadores, 1503,48  m2; Área de Público, 1425,85  m2.
El área de artistas y técnicos la conforman en planta baja los accesos, la sala de control y vigilancia y los cuartos técnicos, mientras que, en la primera planta, se sitúan  2 camerinos individuales para artistas invitados, un camerino colectivo masculino en la planta segunda, otro camerino colectivo pero femenino en la planta tercera, y un cuarto de lavandería y repaso de vestuario, igualmente ubicado en la tercera planta.
Ya en la cuarta, se sitúa la sastrería, peluquería y maquillaje, la sala de espera y descanso de artistas, mientras que en la quinta se halla el despacho de la dirección técnica y varios cuartos técnicos.
Por último, en la planta sexta también se han habilitado vestuarios masculino y femenino  y una sala de descaso para técnicos, mientras que en la séptima los cuartos construidos se destinarán a usos varios.
En cuanto al área de público, además de los accesos a través de las distintas plantas a la sala de butacas, dispone en la planta baja de portería y taquilla para venta de entradas, foyer de planta baja con guardarropa y punto de atención al consumidor y sala de usos múltiples.
El área de público se complementa en la primera planta con un ambigú, y en la segunda con otro foyer o sala de espera para espectadores y asistentes a espectáculos varios.

Otras instalaciones

Un almacén, la cabina de sonido e iluminación, la cabina de vídeo digital y proyección, las zonas técnicas varias, dos despachos para la Consejería de Cultura, sala de juntas y sala de exposiciones, complementan por último las distintas dependencias del nuevo Gran Kursaal de Melilla.

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