Un joven se enfrenta a una pena de año y seis meses de cárcel acusado de un delito de receptación. Su conducta consistió en tratar de vender un móvil tipo iPhone a sabiendas de que había sido sustraído por un conocido suyo. Este último, que no compareció en el juicio celebrado anteayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, se enfrenta a un año de prisión como presunto autor de un delito de hurto.
El relato de los hechos comienza la madrugada del 29 de enero, cuando una joven sufrió el hurto de su iPhone (se lo sacaron del bolso sin darse cuenta ella) mientras se encontraba en un local de ocio del Puerto Noray. Al día siguiente, gracias a una aplicación móvil, ese teléfono pudo ser localizado efectuando una llamada.
Declara el acusado
El acusado de receptación, de iniciales D. P. M., declaró a la fiscal que se encontró con Z. R., el supuesto autor del hurto, en el Rastro. “Él me dijo que quería vender un iPhone por 150 euros. Yo hice de intermediario”, aseguró. Y añadió: “La chica (la dueña del teléfono) me dijo que lo pagara yo y que luego me lo daba. Yo le dije que no”.
D. P. M. indicó que luego llegó la Guardia Civil al Rastro y se lo llevaron a Comandancia. “Allí pedí llamar con manos libres a Z. R. y él reconoció que había robado el móvil en el Noray”.
Declara la denunciante
Después testificó la denunciante, quien explicó que, tras percatarse de que le habían sustraído el iPhone, al día siguiente lo localizaron gracias a la aplicación de otro teléfono de mismo tipo que pertenece a un amigo suyo. “Llamamos y nos dijo que no quería problemas y que si le dábamos 150 euros, nos lo devolvería”.
“Fuimos a la Guardia Civil y volvimos a hablar con él. Después, en vez de 150 nos pedía 100, y luego, 50”, señaló la testigo perjudicada. La llamada se hizo con el manos libres activado para que pudieran escucharla los agentes.
A preguntas de la defensa de D. P. M., la denunciante negó que le dijera a éste que adelantara el dinero para dárselo a Z. R.
A continuación declaró el amigo de la denunciante, que confirmó lo declarado por ésta y añadió que acudió con la Guardia Civil al Rastro. Allí volvió a llamar a D. P. M., quien fue interceptado por los agentes y llevado a Comandancia.
Testigos de la Benemérita
Tras este testimonio, intervinieron varios efectivos de la Benemérita. Uno de ellos indicó que D. P. M. no opuso resistencia a su detención y que “colaboró” ofreciéndose a llamar a Z. R. para preguntarle si él había robado el móvil, lo que éste reconoció. Y otro guardia destacó que D. P. M. llevaba el móvil encima cuando lo detuvieron en el Rastro.
La fiscal considera probado que Z. R. hurtó el iPhone, por lo que pide que se le impongan 12 meses de prisión. En cuanto a D. P. M., afirmó que “conocía el origen ilícito” del dispositivo, por lo que reclamó año y medio de cárcel para él.
La defensa estima que su cliente “colaboró” para recuperar el móvil y negó que cometiera receptación.
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