El presidente de la Asociación de Comerciantes Acsemel, Abselam Mohamed Mimon, explica a El Faro que el 90% de las naves del Sepes están sin actividad. Ven en la transformación de materias primas un futuro para estas instalaciones y, por ello, demandan a la Consejería de Hacienda más facilidades para poder aplicar las reglas de origen y también ayudas para el transporte de mercancías.
El objetivo es que los productos transformados en Melilla sean competitivos en la península.
Mohamed indicó que la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, indicó que la aplicación de las reglas de origen en la ciudad ya se ha realizado por parte de dos empresas, una de ellas está exportando frutos secos que compra en Asia. Eso sí, subrayó que no es nada sencillo la aplicación de esta normativa y ahí es donde entra la petición de Acsemel.
La asociación espera que se puedan simplificar estos trámites para que más empresas de la ciudad que tienen sus instalaciones cerradas en el polígono puedan transformarse y no solo sobrevivir a esta crisis, sino generar trabajo.
Ni se pueden vender las naves ni abre la frontera
Fue en una reunión con Almansouri donde se planteó este asunto. Y es que no solo es que ahora estén cerradas el 90% de las naves del Sepes, es que no hay futuro para ellas.
Mohamed explicó que estas naves se podían vender antes por 800.000 euros y ahora no se podría pedir más de 200.000 euros. Es decir, ni vendiendo estos inmuebles, los propietarios podrían salir de esta situación de crisis.
Tampoco hay demanda para alquilar estas naves. Antes se podía pedir más de 2.500 euros al mes y ahora con 500 euros se hacen esos contratos. Por ello, remarcó que ahora el empresario que tenía un capital, ya no lo tiene.
Asimismo, indicó que no hay esperanza para que la frontera reabra y se pueda recuperar el comercio de mercancías. El presidente de Acsemel indicó que al inicio de la pandemia siempre se tenía en mente que unos meses abriría la frontera, pero ya esos pensamientos han desaparecido. Saben que cuando abra la frontera va a ser con unas condiciones en las que el comercio de mercancías no será viable.
De ahí que la transformación del negocio sea la vía para salir de esta situación. Ven en el ejemplo de dos empresas de Melilla, que están importando materias primas y exportando éstas transformadas, en una forma de usar esas naves, revitalizar sus empresas y generar riqueza para la ciudad.
Ayudas de transporte
Mohamed comentó además a El Faro que ya hay dos empresas exportando, pero remarcó que se necesitaría contar una ayuda de transportes para poder hacer de esos productos con etiqueta de Melilla que sean competitivos fuera de la ciudad.
Explicó que se está encareciendo el transporte por el aumento de los costes y luego esa materia prima transformada se tendría que vender en el mercado peninsular o en otros, pero se necesita también transportar. De ahí que reiteró la petición de que el traslado de las mercancías tengan esa subvención que permita poner esos productos en un precio adecuado al mercado.
Las naves que se dedicaban al comercio con Marruecos están cerradas y sin ninguna actividad, remarcó el presidente de Acsemel. Por ello, ven en una salida que se puedan traer materias primas, como cereales, frutos secos o aceitunas a la ciudad y puedan salir de aquí transformadas y con la etiqueta de Melilla.
El compromiso de Hacienda estaría enfocado en simplificar todo el proceso para que no sea tan complejo como ahora.
Tiempo han tenido para cambiar el futuro de nuestra ciudad, demasiado tiempo basándonos en una sola forma de comercialización, de la economía de la ciudad. A ninguno de ellos les importó jamás buscar formas que fueran acorde a los tiempos.
Todo basado en una sola idea, el contrabando mercantil suavizado con el flamante nombrecito de Comercio Atípico, la explotación de una inmensa cantidad de seres necesitados a quienes utilizaban casi como en la esclavitud, enriqueciéndose sin ver más allá que la entrada constante de dinero a sus bolsillos... Todo esto ha sido como ese viejo refrán de Nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde, pero como con el resto de las cituaciones, lo que realmente pasó es jamás pensaron que lo perderían y ahora se ven sin el capital al que estaban acostumbrados sin cambiar en décadas el procedimiento. Buscar alternativas, nuevas fórmulas e ideas de desarrollo de la pequeña ciudad es lo primordial, dejando a un lado la idea de que la frontera es la única solución
Toda ayuda procedente de dinero público dedicada a la creación de empleo, en mi opinión, me parece bien, siempre que los empresarios se comprometan a crear empleo de calidad, no como venían haciendo hasta ahora algunos de ellos, que si podían eludir las normas esclavizaban a sus empleados.
Melilla necesita a empresarios dignos.