En Melilla será la Policía Local quien la lleve a cabo. Está previsto que se realicen 22.000 controles en todo el territorio nacional
El 47,32% de los 615 conductores fallecidos en España el pasado año en accidente de tráfico dieron resultado positivo en sangre en alcohol, drogas y/o psicofármacos.
Con el objetivo de reducir estas cifras, la Dirección General de Tráfico (DGT) inició ayer una campaña que trata de concienciar sobre los efectos de conducir bajo los efectos de estas sustancias.
Así, y por espacio de una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías municipales (como es el caso de Melilla) que se suman a la campaña, intensificarán la vigilancia y realizarán más de 20.000 pruebas diarias de alcohol y drogas a diferentes horas del día y en cualquier vía.
Tráfico justifica esta campaña, además de por las cifras de fallecidos “que ya por si solos avalan su realización”, porque “el aumento de los controles preventivos, junto con el cambio de comportamientos de los ciudadanos, están haciendo que el porcentaje de positivos en alcoholemia en dichos controles haya descendido del 5% en 2001 al 1,8% en 2011”.
En su nota de prensa, la DGT aclara que el control de droga se realiza de forma similar al de alcoholemia. Los agentes tomarán una muestra de saliva del conductor, que introducirán en dispositivo que analizarán. Si el resultado es positivo, se obtendrá una segunda muestra de confirmación, que se enviará directamente a un laboratorio para su posterior análisis, sin perjuicio de que el conductor pueda solicitar una prueba de contraste en sangre.
Si tras este proceso la prueba resulte positiva, el conductor será sancionado administrativamente con una multa de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carné de conducir. Si además de dar positivo, el conductor presenta una sintomatología evidente de conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas, será puesto a disposición judicial imputado por un delito contra la seguridad vial.
Además, no podrá negarse a someterse a la prueba, ya que en caso de negarse incurriría en delito, que está sancionado con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
Las tasas máximas de alcohol permitidas para conducir son del 0,5 gramos por litro en sangre, aunque en el caso de conductores profesionales y noveles se reduce hasta el 0,3. En el caso de aire espirado, para el primero de los casos es de 0,25 mg/l, mientras que desciende a 0,15 para los otros dos colectivos.
No son los jóvenes los que más beben
Pese a la creencia de que son los jóvenes los que más alcohol y drogas ingieren, los datos demuestran que de los 291 conductores fallecidos que dieron positivo, 88 tenían una edad entre 31 y 40 años. Le siguen los de 21 a 30 años. La mayoría eran hombres (275) frente a 16 mujeres.
Cómo afecta al cuerpo el consumo de estas drogas
El alcohol es absorbido rápidamente en sangre y afecta al cuerpo de diferentes maneras, tales como reacciones y movimientos más lentos, dificultad en la concentración, problemas de coordinación, menor percepción del entorno, incremento de la somnolencia y mayor vulnerabilidad.
El alcohol y la droga también en peatones
Pero no solo alcohol y drogas son peligrosos para los conductores, sino también para los peatones. En la memoria de 2012 del Instituto de Toxicología, de los 164 peatones fallecidos analizados, más de la mitad (84) arrojaron resultaros positivos en sangre a alcohol, drogas y/o psicofármacos.