El trabajo impagable que los efectivos de la Guardia Civil realizan en la frontera de Melilla merece ser difundida
Es habitual que los pasos fronterizos de Melilla habilitados para el tránsito de vehículos, Beni Enzar y Farhana, generen muchas noticias sobre el drama de la inmigración irregular. La más reciente tuvo lugar en el puesto de Farhana el pasado lunes, cuando agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo de Bomberos rescataron in extremis a un menor subsahariano, de sólo 15 años, que había sido ocultado en un minúsculo habitáculo por las mafias que trafican con vidas humanas en la frontera sur de la Unión Europea.
El Faro pudo observar ayer el doble fondo del vehículo en el que ese niño había sido escondido, de solamente 40 centímetros de ancho. Uno de los efectivos de la Benemérita que participaron en el rescate, el agente Sergio Díaz, mostró a este periódico las condiciones inhumanas en las que las mafias lo trataron de introducir en Melilla.
El menor, que dijo proceder de Guinea Conakry, puede sentirse afortunado. Tras haber sido descubierta su presencia gracias a los dispositivos detectores de latidos, se procedió de forma rápida a su rescate. De haber tardado un poco más el coche en llegar al paso fronterizo, es más que probable que hubiera llegado cadáver a Melilla, ante las probabilidades de fallecer asfixiado en el espacio tan pequeño que lo ocultaba.
El Instituto Armado ha observado que las mafias cambian continuamente los métodos para ocultar inmigrantes en dobles fondos. Y los agentes de este Cuerpo se enfrentan casi a diario a situaciones a las que es “imposible” acostumbrarse, como señaló ante las cámaras de El Faro el agente Díaz.
El rescate del adolescente de 15 años tuvo un final feliz, pues la rápida actuación de bomberos y guardias permitió que fuera reanimado con prontitud. Ahora su estado de salud es bueno y los servicios sociales de la Ciudad Autónoma se han hecho cargo de él.
Sin embargo, los traficantes de seres humanos seguirán enriqueciéndose ilícitamente aprovechándose del ansia de los inmigrantes subsaharianos por alcanzar el sueño europeo.
El trabajo impagable que los efectivos de la Guardia Civil realizan en la frontera de Melilla merece ser difundida. Son ellos quienes evitan las desgracias que pueden derivarse del inhumano tráfico de personas que las mafias practican en el perímetro fronterizo.