Categorías: Editorial

Todos los santos

Nuestro país se ha apuntado definitivamente a la tradición anglosajona de celebrar Halloween. Han influido los reclamos publicitarios para comprar disfraces y calabazas, pero sobre todo, ha pesado el hecho de que se trata de una fiesta divertida que, por lo general, ayuda a los bares de copas y a las tiendas a hacer caja con la organización de fiestas.
En el mundo globalizado es muy difícil poner puertas al campo, de ahí que una cultura con tanta personalidad como la española termine haciendo suyo, al menos, una parte de Halloween. Lo de los disfraces nos gusta, pero lo de ir casa por casa repitiendo truco o trato (trick’r treat,  en inglés) como que no. Aquí aún no prende.
Siempre hay quien reniega de la importación de costumbres. Es famoso un cartel colgado en una casa de Murcia, que circula por Internet, en el que se lee: “En esta casa no se celebra Halloween hasta que los americanos no celebren el Bando de la Huerta”.
Melilla, por su parte, no es ajena a la moda del Halloween. Escolares y mayores se sumaron ayer a la celebración con disfraces para ‘la noche más terrorífica’ del año.
Mientras una parte de la ciudad se preparaba para una fiesta, otra parte limpiaba y adornaba las tumbas de sus seres queridos en el cementerio de La Purísima.
Las floristerías de la ciudad siguen teniendo marcado en sus calendarios el Día de Todos los Santos como una de las fechas en las que hacen caja. Ayer podía verse a muchos melillenses, cargados con ramos, de un lado a otro del camposanto de La Purísima, que habitualmente está vacío.
Estas fechas son dolorosas, pero también están llenas de gratitud y de cariño. Año tras año, las familias se acercan al cementerio a recordar a los suyos. Hay quienes creen que la patria es ese espacio de tierra en el que uno entierra a sus muertos. Puede que ésta sea una definición romántica de un término que va camino de quedar trasnochado.
Ahí está nuestra crisis de cada día para demostrarnos que la patria es el sitio donde se come; pero también es el sitio que te valora, como ha dicho el futbolista Diego Costa cuando renunció a jugar con Brasil para lucir la camiseta de la Selección española.
Al margen de Halloween y de Todos los Santos, otra parte de Melilla está desde hoy de puente. Incluso esta mañana tenemos la visita de un crucero inglés en la ciudad. ¡Milagro! Encontrarán los comercios abiertos.
La vida es así, sigue hacia adelante y mejor si por el camino conservamos nuestras tradiciones. Alberto Contador, el ciclista, decía en una entrevista que en la vida, lo normal es perder porque ganar, sólo gana uno. Esperemos que Halloween no acabe devorando la celebración del Día de Todos los Santos. Los que se han ido, nuestros muertos, sólo persisten entre nosotros el tiempo que somos capaces de recordarlos.

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