Entre las armas decomisadas se encontraba una escopeta de postas, de fabricación artesanal, también llamada ‘chilena’, que se utilizó en los disturbios del viernes 10 en La Cañada y que hirió a un agente de la Policía Nacional en la mano, de la que hubo que retirarle parte de la metralla que se quedó incrustada.
Los detenidos también guardaban en sus domicilios una pistola eléctrica con varias baterías de recambio y numerosos proyectiles de arma de fuego, aunque ésta no ha sido hallada por el dispositivo policial. Fuentes policiales explicaron a El Faro, que no se ha encontrado el arma del calibre 22, cuyo proyectil impactó contra el escudo de un policía antidisturbio durante los altercados. Este arma también correspondería al casquillo de bala que un vecino de La Cañada encontró al lado de su vehículo y que entregó a la Policía Nacional, tal y como informó este diario.
UFP: Unión, Fuerza y Poder
Catanas, hachas, machetes de diversos tamaños y anchos de hoja, empuñaduras con puntas, un soplete, sprays de autodefensa, gran cantidad de tarjetas para teléfonos móviles, matrículas nacionales y extranjeras, pasamontañas, una cizalla, navajas y un elevador o ‘gato’ completan el arsenal de armas y demás materiales incautados por la Policía Nacional en la ‘Operación Cosaco’.
Para el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, todo este armamento es “un disfraz” de los motivos reales por los que los detenidos protagonizaron los violentos disturbios del pasado viernes 10. El Barkani insistió en la teoría que sostuvo el día de los altercados, que era el intento de “disfrazar” un acto de delincuencia como reivindicación social. “Las armas decomisadas demuestran que los disturbios no justifican una demanda de empleo ni mejora de la asistencia social al barrio sino que el motivo era delinquir”, aseveró.
En este sentido, el responsable gubernamental insistió que “no se va a permitir lo que algunos pretenden con vistas a convertir La Cañada en una guarida desde la que llevar a cabo sus actuaciones delictivas”. Entre el material incautado destaca dos banderas con las siglas UFP, que según fuentes policiales, significa ‘Unión, Fuerza y Poder’, el lema bajo el que los detenidos actuaban.
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