Quien fuera ministro del Interior en la segunda etapa de Mariano Rajoy ha vuelto a aparecer en los medios de comunicación para abordar un tema de nuestra ciudad. Y concretamente ha sido en la defensa de la posición del Partido Popular en relación con el pacto entre las cuatro grandes familias europeas: populares, socialistas, verdes y liberales para sacar adelante una moción de condena, destinada a criticar la decisión de Marruecos de utilizar a los menores en la entrada masiva de sus ciudadanos a mediados del pasado mes de mayo en la ciudad hermana.
Digo que Zoido ha vuelto a salir a pasear cuando resulta que en las cuestiones de Melilla y Ceuta fue el peor ministro del Interior que ha pasado por la sede ministerial en el Paseo de la Castellana en toda la etapa democrática.
Para ponernos un poco en situación se debe recordar que en los años que en que Zoido fue ministro del Interior se vivieron verdaderos dramas, tanto en las fronteras con Marruecos, ya fuera en Melilla como en Ceuta.
Por supuesto, que a lo largo de las diferentes visitas que realizaron a Madrid los políticos de la época, de los cuales, ahora mismo nada más que queda en primera línea el presidente de Ceuta, Juan Vivas, resulta que no consiguieron nada de nada. Hablamos, aparte de Juan Vivas del entonces delegado del Gobierno en Ceuta, Nicolás Fernández Cucurull; el entonces presidente de Melilla, Juan José Imbroda o el entonces delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani.
Recordemos que la presión era de tal calibre en los distintos pasos de Melilla como en el paso del Tarajal en Ceuta que, a pesar de solicitar ayuda a Madrid, nada más que se conseguían buenas palabras pero ninguna realidad.
La presión diaria de los ciudadanos marroquíes que querían entrar en Melilla y en Ceuta era verdaderamente alarmante, Marruecos ya comenzaba a poner problemas para el paso de mercancías (eran los inicios que luego se confirmaron), los medios materiales y humanos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españoles eran de verdadero chiste…y así podíamos continuar narrando todas las situaciones que se vivieron.
La realidad fue que durante esos años la visitas de los cuatro políticos del Partido Popular al despacho de Zoido se multiplicaron por todas las que ustedes quieran. Nada más que encontraron buenas palabras y poco más. Lógicamente, cuando posteriormente narraban los encuentros antes los medios de comunicación no les quedaba más remedio que explicar el apoyo que encontraban en el Ministerio, aunque de puerta para adentro, conocían perfectamente que el ministro del Interior les había vuelto a tomar el pelo, como así sucedió en más de una ocasión.
Nunca salieron malas palabras de estos dirigentes políticos hacia Zoido, era más que lógico, pero cuando regresaban a Melilla y Ceuta, respectivamente, y comentaban lo sucedido con sus círculos más cercanos o cuando ya entró Pedro Sánchez y dejaron estas responsabilidades políticas, a Zoido no había por donde cogerle.
Nadie se explicaba como podía existir tan poco interés y tan poca sensibilidad por parte de un integrante de un Gobierno del Partido Popular hacia los representantes, tanto de melillenses y ceutíes, como de los máximos responsables del Gobierno de Mariano Rajoy en las dos ciudades autónomas.
Pero cuando resultaba que ya nos habíamos olvidado de Juan Ignacio Zoido, aunque le habían enviado a Bruselas, resulta que ahora nos sale a defender un tema absolutamente de Interior sobre Melilla y Ceuta. ¿Habrá más desfachatez en este sentido? Cuando gran parte de los problemas que ahora mismo suceden son heredados de su época cuando se cruzó de brazos, miró hacia otro lado y los melillenses y los ceutíes le importaron un rábano.
Nos gustaría pedirle un favor al grupo parlamentario del PP en el Parlamento europeo y es que la próxima vez busquen entre sus miembros, que seguramente los habrá muy preparados, para que cuando tengan que defender un tema de Melilla y Ceuta busquen a otro de sus integrantes, porque Zoido desde luego no es el más cualificado.