Subir la persiana metálica es uno de los gestos que más se han repetido en este inicio de semana.Muchos negocios del centro de la ciudad abrieron sus puertas para acoger a sus clientes en el inicio de la Fase 1 de la desescalada que arrancaba este lunes en Melilla.
Algunos comenzaron ya la pasada semana con cita como es el caso de Bebé Center, una tienda de puericultura que se encuentra en la calle General Marina. "No funcionaba con cita, así hoy es el primer día" contaba Yassin, el propietario de esta tienda de productos infantiles, a quien encontramos preparando la tienda para cuando entren sus clientes a las 10:00 horas. En cuanto a las expectativas que llegan estos días para este comerciante son de incertidumbre y de un poco de temor porque no saben qué van a encontrarse ahora en la calle cuando abran y cómo van a reaccionar los clientes.
Luego hay otros comercios que fueron considerados esenciales durante la pandemia y apenas cerraron. Es el caso de Digital Life, una tienda de informática, que ha estado activa por aquellos que tenían que teletrabajar y para imprimir los trabajos del alumnado por las clases telemáticas.
A lo largo de estos días, en las tiendas y comercios locales han estado preparándose para cumplir las medidas de seguridad exigidas. El propietario de Bebé Center contó que en su tienda se están haciendo las que se requiere para todos los establecimientos: mascarillas de protección para los trabajadores, distancia social e hidrogel para limpiar las manos. Por el momento, no se han planteado la instalación de mamparas de metacrilato, ya que explicó que habitualmente los trabajadores tienen que salir del mostrador para enseñar al cliente su producto, aunque dijo que si fuese necesario tendrán que pedir una de estas.
En Digital Life, su gerente, Jesús Rodríguez, contó que también procuran llevar toda la protección posible: máscatelas y geles, pero también una máquina de ozono. "Cualquier cosa es poco para conseguir que todos los clientes entren con la tranquilidad y con las condiciones necesarias para que la estancia en la tienda sean lo más agradable posible", explicó Rodríguez.
Rosa, la responsable de una de las zapaterías Rual, en el centro, comentó que también han tratado de tener todas la protección que se han autorizado por parte de las autoridades. "Todas las medias de seguridad oportunas para que la gente se encuentre segura también", explicó la responsable. Una de las medidas que llevan a cabo en estas zapaterías es restringir el número de clientes que entran al establecimiento; es decir, entrará hasta un máximo de tres personas, y los siguientes tendrían que esperar a que salgan los que ya se encontraban en el interior. "Medianamente a lo que estamos acostumbrados para entrar en cualquier sitio, en la farmacia, en las tiendas. Tenemos que adaptarnos hasta que pase todo esto y nada más", dijo.
Con apertura de establecimientos hay un poco de incertidumbre pero también hay mucho optimismo. "Es verdad que entre todos tenemos que hacer une esfuerzo porque esto salga bien. Es un reto bastante importante para el comercio, para los clientes y en general para toda la ciudad para que esto no se convierta en que nos encontremos con veinte o treinta más cerrados en el centro, pero creo que las expectativas son buenas y se van cumpliendo los tiempos", aseguró el gerente de Digital Life.
"A ver si ha suerte y empieza la gente a alomarse, y nada más, la vida continúa, no hay otra", comentó la responsable de la zapatería, quien indicó también que ntre la ciudadanía hay muchas ganas de salir y de que todo siga adelante.