Las técnicas de pesca dañan a las colonias de gorgonias de Chafarinas

Desde abril de 2018 el archipiélago de Chafarinas es una Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000. Esta denominación, que procede de las políticas de conservación de la naturaleza de la Unión Europea, hace que se considere a estas islas como áreas de gran interés medio ambiental con el fin de proteger su biodiversidad y preservar su estatus de espacio natural.

Uno de los preceptos de esta nueva legislación es la prohibición total de la pesca a menos de 100 metros de estas islas. Ya sea pesca artesanal, como deportiva o submarina. Aunque este nuevo reglamento ha entrado en vigor hace relativamente poco, algo más de un año, la flora y fauna de estas islas aún sufren el impacto de la acción humana, concretamente de las artes de pesca. El Faro ha charlado con Luis Sánchez, biólogo marino de la Universidad de Granada y colaborador del Aula del Mar, acerca de los daños que sufren algunas especies, sobre todo los las gorgonias y corales a causa los vestigios de la pesca y los restos de redes que aún se siguen encontrando en las turbias aguas de Chafarinas.

Estas islas se encuentran bajo el dominio español desde 1848, y desde entonces hubo un periodo de tiempo en el que estaban habitadas por un millar de personas. Gran parte de esa gente que vivía en estos tres islotes vivía del mar. A día de hoy, ya apenas queda rastro de esas personas, y solo queda una pequeña guarnición militar del tercio Gran Capitán 1º de la Legión de Melilla en la isla de Isabel II; y el personal de la Estación Biológica, cuyo equipo se compone, además de este biólogo marino, por otros tres investigadores y buceadores y dos guardaparques nacionales. Ya que no hay que olvidar, que estas islas además de una tener una protección por su biodiversidad marina, también cuenta con otras muchas especies como la gaviota Audouin o las focas monje.

De modo que desde hace ya más de dos siglos, a pesar de la poca gente que habita estas islas, se ha practicado todo tipo de técnicas de pesca en las aguas de Chafarinas, ya sea con trasmallos, que son redes que se colocan en el el fondo, o con palangres, que son unas líneas de las que salen otras más pequeñas para anzuelos cerrados.

Un trasmallo en los fondos rocosos de la isla del Congreso.

“Han estado pescando aquí prácticamente dos siglos”, señala Luis Sánchez, que explica además que esas líneas de pesca antiguamente no eran de nylon y eso hacía que al cabo del tiempo pudieran deteriorarse. Sin embargo, las líneas que se utilizan ahora en la pesca actual son de nylon, y lejos de deteriorarse, se quedan en el fondo del mar y dañan a los animales que ahí habitan. Además, cuando los pescadores van a sacar esas redes y líneas, se quedan también enganchados los corales y las gorgonias.

La gorgonia gigante

Los corales y las gorgonias son especies que se parecen mucho, ya que pertenecen al mismo grupo animal, los cnidarios, al igual que las medusas y las anémonas. Pero Sánchez explica que la diferencia entre ellos reside en su esqueleto: “la gorgonia tiene un esqueleto flexible y los corales lo tienen rígido de carbonato cálcico”.

En las turbias aguas de Chafarinas, es muy habitual encontrar miles de colonias de la gorgonia gigante, o Elisella paraplexauroides. Es una especia que normalmente se encuentra a mucha profundidad, normalmente por debajo de los 100 metros. Sin embargo, los biólogos de Chafarinas han podido encontrarla a partir de los 15 metros de profundidad.

Las líneas de pesca que se utilizan en la actualidad son de nylon y tardan más en deteriorarse

“Esa gorgonia a lo largo de todos estos años de pesca artesanal y deportiva se ha ido deteriorando mucho, esperamos que con la entrada en vigor del ZEC, aunque todavía se ven de vez en cuando alguna línea de pesca, se puedan recuperar las colonias”, expresa Sánchez.

Comenta también que hay cazadores furtivos de pesca por todos sitios y que los pescadores aprovechan cualquier distracción de la guarnición militar para meterse en una parte esa parte que es menos visible para poder calar las artes.

Un coral candelabro rodeado de hilos de pesca (en amarillo) y la parte dañada del animal (en rojo).

Al día siguiente, estos pescadores regresan para recoger sus líneas de pesca, de tal forma que al sacarlas el nylon roza los cuerpos de los corales y gorgonias y los daña. En ocasiones esas zonas dañadas se pueden regenerar, pero si el sedal se queda enganchado, rozando al animal, su esqueleto queda al descubierto, y en él se van fijando algas y distintos organismos que acaban ahogando a la colonia, según explica el biólogo.

En estas zonas han encontrado a muchas colonias en mortandad y creen que el motivo son las líneas de pesca. Por ello, con la entrada en vigor del reglamento de la zona ZEC espera, que se puedan regular y eliminar este tipo de prácticas que en gran parte son nocivas para las especies marinas.

La poda de las gorgonias

Este estudio acerca de la gorgonia gigante lo empezaron hace ya unos años, según cuenta el biólogo. Durante este tiempo intentaron buscar una solución para la preservación de estos animales marinos, una de ella era la poda.

Por lo que del mismo modo,que se práctica con los árboles, comenzaron a cortar las partes dañadas de las gorgonias que se encontraban ya en mortandad, y desde 2015, se encuentran observando la evolución de este proceso, que hasta la fecha en la mayoría de los casos están viendo que está siendo positivo.

Gorgonias gogantes Elisella paraplexauroides dañadas por sedales.

“Hemos visto que están evolucionando muy bien porque, a lo mejor la gorgonia está dañada o cubierta de algas y otros organismos en su 50 u 80% eso hace que tenga más peso de lo normal y cuando llegan corrientes muy fuertes, hacen que esa gorgonia, aparte de que va muriendo, se rompan por la fuerza de la corriente o se la lleve el oleaje”, explica Luis Sánchez. La evolución va siendo favorable, reconoce que no todos los casos están evolucionando de la misma manera, ya que hay algunos que tardan más que otros.

Corrientes cálidas de agua

Uno de los hechos que quiso señalar el biólogo fue el descubrimiento de mortandades masivas  en varias de estas especies  de gorgonias después del verano. Aunque cuenta que no ha sucedido con la gorgonia gigante. Una hipótesis para estas muertes son las altas temperaturas del agua que que se han dado en algunos años.

“No es el cambio climático como tal, porque son hechos puntuales, aunque puede que esté relacionado”, dice, ya que aún no tienen estudios con los que lo puedan sostener con certeza. Las altas temperaturas aumentan el estrés de estos animales, favoreciendo la entrada de microorganismos que acaban matando a las gorgonias.

“Desde que comenzamos el estudio hemos estado trabajando con la gorgonia, pero también nos vamos fijando durante las inmersiones en los cambios que hay; en septiembre de 2015, observamos al mortandad en las colonias más superficiales de la gorgonia blanca Eunicella singularis", indica.

Aunque en años posteriores pudieron observar, "con esperanza" que había muchos juveniles de esta especie; por lo que esperan, que pronto pueda recuperarse este bosque marino.

Una gorgonia camaleón, Paramuricea clavada y recubierta de otros organismos.

“El problema de todo esto es si hay una presión por parte de la pesca y los cambios puntuales de temperatura, en el agua del mar, porque las condiciones de corrientes y todo eso han hecho que se acumule mucha agua superficial caliente en esta zona, todo eso produce daños sobre las comunidades de animales”, explica.

Con las posibilidades de la poda, e incluso con transplantes con los trozos cortados, si queda algún trozo vivo se pueden plantar y pegar al fondo. Por lo que con esos métodos se pueden volver a recuperar las comunidades de Chafarinas a como estaban antes.

Al encontrarse el archipiélago dentro de la Red Natura 2000, y tras catalogarse como Zona de Especial Conservación, solo se espera que con el plan de gestión que prohíbe actividades como la pesca en las islas a menos de 100 metros se puedan ir recuperando las colonias de estos animales, que además no crecen tan rápido como se cree.  “La fauna de Chafarinas es impresionante y esperamos que con el plan de ordenación de ZEC se vaya recuperando”, aseveró.