Hace una semana inició el programa de Vivienda para la promoción de la Vida Independiente de la Asociación TEAMA. Es la primera vez que un proyecto de estas características se lleva a cabo en la ciudad. Susana Morillo, presidenta de entidad, explicó que a siete días de poner en marcha el proyecto la valoración es positiva.
Morillo comenta que los 20 usuarios que forman parte del proyecto ya han pasado por el piso y la respuesta ha sido positiva. “Preguntan si esa será su casa y les decimos sí, que estamos haciendo un paso previo para que puedan independizarse y vivir solos”, aseveró Morillo, quien señaló que los jóvenes pasan entre 3 y 4 horas en el espacio, en turnos rotativos, acompañados por un psicólogo y un técnico educativo para ir aprendiendo de la vida independiente.
A los 20 usuarios se les ha hecho un test para evaluar el tipo y grado de dependencia, en función de esto, desde TEAMA han establecido objetivos comunes que trabajarán en grupo, pero también individuales.
“Ellos lo sienten como su casa y están contentos de ver que tienen un piso piloto para trabajar todo el tema de la autonomía personal”, afirmó Morillo quien también destacó la buena receptividad de los familiares que ven cómo se trabaja con los usuarios para enseñarles a que tengan la máxima autonomía posible y puedan, “tener una vida independiente, pero a los que no puedan, dentro del contexto familiar que puedan ser lo más autónomos posible”.
Los usuarios de este piso piloto fueron divididos de acuerdo a las edades y capacidades; pues trabajan con personas desde los 11 años. A los más jóvenes se les instruye en temas de autonomía personal, como vestirse, lavarse solos, lavarse adecuadamente las manos, entre otros; mientras que a los más adultos, independientemente que tenga dificultades en el autocuidado, se enfocan sobre todo en las actividades instrumentales, que es la capacidad que adquiere la persona para vivir solo en el domicilio e incluyen la convivencia con la comunidad.
Además brindan asesoramiento laboral para que elaboren un currículo, dejen los documentos en posibles sitios de trabajo y se den de alta como demandantes de empleo.
Esta primera semana de trabajo ha servido para ir evaluando las dificultades de los jóvenes y, en caso de necesitarlo, adquirir algún material adaptado para los usuarios. Asimismo, explicó que parte de la metodología empleada es intercambiar actividades que le resulten más complicadas con otras menos trabajosas, para así evitar frustraciones entre los asistentes al piso piloto y motivarlos.
La ayuda y el refuerzo en el hogar es parte importante en este plan, por ello los familiares serán citados cada cierto tiempo para hablar sobre la evolución del usuario y trabajen en la misma línea; pero estos además llevan consigo un cuaderno en el que se les comunica a los parientes las actividades que están realizando para que haya un refuerzo en el hogar y poco a poco convertir la tarea en un hábito.
Los 20 usuarios del proyecto Vivienda para la Promoción de la Vida Independiente participarán a lo largo del año para ir desarrollando los objetivos marcados y conseguir las metas.
Al final de 2020, valorarán si se han conseguido todas las metas, “lo ideal es seguir porque hay mucho que aprender, no solo en el domicilio también para moverse en sociedad”, dijo Morillo quien indicó que si hay más usuarios, intentarán “meterlos o si hay más presupuesto, tener otra vivienda".
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