Raoul Wallenberg fue un ciudadano que no quiso mirar a otro lado. No tenía por qué ayudar a miles de judíos de Hungría durante la II Guerra Mundial, pero lo hizo. De hecho, desapareció tras la llegada del Ejército Rojo a Budapest y no volvió nunca con su familia. Le llaman “el justo entre los justos” y le califican de héroe porque logró evitar la muerte de miles de personas a manos de los nazis.
Su valor moral es lo que ha llevado a la Embajada de Suecia a montar una exposición sobre este empresario y diplomático. Estará abierta al público hasta el jueves 24 en la UNED de Melilla.
El embajador de Suecia, Teppo Tauriainen, explicó la importancia de Wallenberg a El Faro. “Esto es una muestra de lo que cada uno de nosotros podemos ser. Si tenemos el coraje civil, podemos marcar la diferencia”.
Tauriainen aseveró que durante la última etapa de la II Guerra Mundial logró salvar la vida de miles de judíos en Budapest y, por ello, indicó que merece la pena resaltar su figura para que sea conocida, sobre todo, por los jóvenes. Logró evitar que miles de personas fueran enviados a los campamentos de exterminio.
El embajador de Suecia comentó que nadie obligó a Wallenberg a ir a Budapest y a entrar como diplomático, ya que era un empresario con conexiones en esa ciudad. Pero aceptó esta misión, tras ser propuesta por Estados Unidos a Suecia que aún mantenía las relaciones con Alemania al ser un país neutral. Y es que los estadounidenses sabían que se estaba deportando a miles de judíos de Budapest y solicitaron esta ayuda. Wallenberg aceptó ir a esta ciudad y puso en marcha una serie de acciones para impedir que se matase a todas estas personas.
Tauriainen explicó que este joven empresario ofreció sus servicios para trabajar en la embajada de Suecia en Budapest. Allí compró casas y edificios enteros para hacer de ellas un lugar seguro para familias judías y es que los nazis no podían entrar en ellas al considerarse territorio suizo. También comentó que creó un pasaporte de protección. Lo llenó de sellos y de colores porque los soldados tenían mucho respeto por los documentos oficiales y repartió miles de esos pasaportes a judíos.
El embajador de Suecia insistió en que en esta muestra se habla de cada persona tiene una responsabilidad como ciudadanos. Aseveró que es mucho más que una biografía, pues señaló que la exposición nos permite reflexionar sobre qué podemos hacer nosotros para defender los derechos humanos y luchar contra el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y otros tipos de odio.
Para Tauriainen, Wallenberg es un ejemplo, sobre todo, para los jóvenes que deben reflexionar sobre todo esto. Ahora no hay un Holocausto, aseveró, pero sí que hay cuestiones muy negativas en el mundo y nos debe inspirar su obra a todos.
Explicó que los derechos siempre están en riesgo y hay que conversar con los jóvenes sobre ello y deben estar comprometidos para protegerlos. Y esa labor se puede hacer en las redes sociales, por ejemplo, donde los chicos interactúan con todo tipo de odio.
El embajador de Suecia indicó que ahora que tenemos la guerra en Europa nos podemos plantear si hemos aprendido algo del pasado y aseveró que la guerra es “muy cruel”. Pero sí que destacó en Europa se ha hablado mucho de migración en estos años y hay en muchos países una actitud negativa frente a este fenómeno. Sin embargo, señaló que en el caso de Ucrania lo que sí se ha visto es que hasta esos países que eran negativos a la recepción de inmigrantes ahora están abriendo sus puertas a los ucranianos como refugiados. “Los países han dicho que sí, que reciben a esta gente y van acogerles hasta que termine la guerra”.
Si Wallenberg hubiera vivido ahora, se alegraría de esta receptividad de los países europeos a todos los ucranianos, cree Tauriainen.
Además, el embajador de Suecia explicó que esta institución es mucho más que una entidad que trabaja para los ciudadanos cuando tienen un problema fuera del país. Explicó que España es un país importante para Suecia por varias razones, primero porque hay muchos suecos en el país porque hay unos 100.000 que viven todo el año o una parte de él. Además de ayudarles a ellos, hubo casi dos millones de visitas de turistas suecos antes de la pandemia que podrían precisa de servicios consulares.
Y por otro lado, Tauriainen apuntó que España es un aliado en la UE. Subrayó que hay posiciones muy parecidas entre ambos países y trabajan de cerca.
Además, hay una parte más del trabajo de la embajada que es la promoción de Suecia e incentivar las relaciones comerciales. Indicó que el objetivo es que las empresas suecas se interesen por España y al revés.
En unos meses, en el 2023, Suecia y España compartirán la presidencia de la UE y se trabaja ya entre los dos países para ello. Asimismo, hay proyectos de sostenibilidad y la protección de medio ambiente están ya organizados para llevar a cabo. Asimismo, comentó que los países comparten una política exterior feminista.
En cuanto a Melilla, el embajador dijo que como embajada no hacen negocios pero sí que se facilita información a las empresas. Aseveró que si ven algo interesante en esta ciudad, seguro que se informará de ello a los negocios de su país.
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