Los maestros de tres colegios aseguran que con más refuerzos en sus aulas podrían mejorar la atención de sus alumnos, ya que es imposible hacerlo de forma individual al superar los 29 estudiantes por clase
Las clases de los colegios de Melilla acogen a más de 29 alumnos. Así lo aseguran tres profesores del Reyes Católicos, Constitución y Velázquez. No se trata de una cifra aleatoria. De hecho, estros tres maestros imparten clase en aulas con 30 estudiantes. Afirman que el problema de la ratio va más allá de las discusiones entre la Dirección Provincial de Educación y los sindicatos. No se trata de un tema político o sindical que se esté debatiendo en un despacho, sino de algo real. Hay tantos niños por aula que es imposible ofrecerles una atención específica. Como es imposible sacar a los alumnos de las aulas, porque no hay más espacios, piden refuerzos para intentar que la enseñanza no sea una misión imposible.
Y quizás, en el centro donde más falta haga ese apoyo de más personal especializado sea en el Reina Sofía. Se trata de un colegio para niños con necesidades especiales. Cada curso llegan más alumnos y la plantilla de monitores y cuidadores no aumenta. Esto se suma a que este tipo de alumno puede permanecer en el centro hasta los 21 años.
Un centro aún más especial
El Centro de Educación Especial Reina Sofía tiene todo tipo de recursos y cuenta con los profesores necesarios para impartir las clases. Así lo asegura una maestra. Sin embargo, el colegio adolece del personal laboral que precisan los profesores para atender a los estudiantes. Necesita enfermeras, sólo hay una para 100 con enfermedades muy distintas y algunas de ellas graves, más fisioterapeutas, ya que los que están en plantilla sólo ofrecen unas horas de rehabilitación a los estudiantes cuando deberían de contar con más tiempo de ejercicios, y más cuidadores, personal que ayuda a cambiar los pañales y asiste a los maestros en clase.
Es un colegio con niños con necesidades especiales que debe de contar con recursos también especiales, añade la profesora.
Aunque con los planes de empleo, el centro recibe cuidadores y otros profesionales que refuerzan la plantilla, esto sólo llena seis de los ocho meses al año. Además, los profesores desean que el personal sea fijo para que conozca y se adapte a los niños que hay escolarizados.
Otro problema que se avecina, según esta maestra, es la falta de espacio. Cuando abrió el colegio, había escolarizados unos 37 alumnos. Ahora están unos 100 y siguen llegando nuevos escolares que deben estar en el colegio. En unos años, no habrá aulas para estos niños y eso es un problema porque no sirve meter a más en una clase teniendo en cuenta lo especiales que son estos alumnos.
Falta espacio y tiempo
Una maestra del Reyes Católicos asegura que el problema que tienen en el centro es la falta de aulas. Les hacen falta alguna más para que los profesores de audición y lenguaje y de pedagogía terapéutica pudieran atender en un espacio específico y amplio a los alumnos de refuerzo.
Tienen a unos 30 alumnos por clase, así que contar con más aulas les ayudaría a dividir los grupos y atender de esta forma a los estudiantes de forma más específica. Pero no es posible en un centro tan antiguo y en el que no hay más espacios construidos. De hecho, ni si quiera tienen un patio techado en el que dar las clases de Educación Física.
En el Reyes Católicos hay padres que se implican, pero otros creen que es una guardería. No aparecen ni aunque les llamen desde la dirección y eso tampoco contribuye a la mejora de la educación de los alumnos.
La ratio “casi normal”
Lleva tantos años en clases con 30 alumnos que ahora ve “casi normal” esta cifra. Así lo afirma una maestra del colegio Constitución. El problema ya no es dar clases con tantos estudiantes, sino que a lo largo del año se escolarizan aún más y no hay sitio en las aulas para tantos escolares.
Estos alumnos que se incorporan tarde al centro tienen un inconveniente más, ya que en la mayoría de los casos no dominan el castellano y eso retrasa el nivel de la clase. Para reforzar el trabajo de los maestros, lo que se hace en este centro es que en las horas libres, los profesores entran en las aulas para ayudar con la lectura o las matemáticas, pero no es suficiente, asevera esta docente.
Las familias en el Constitución sí se implican un poco más que en otros centros. Es un colegio pequeño, así que acaban conociéndose todos y eso facilita la relación con los padres de los alumnos.
Más hora s de refuerzo
Un profesor del colegio Velázquez asegura que el mayor problema de su clase es que hay muchos estudiantes. Como hay que escolarizar a todos los niños, lo que pide es, al menos, más horas de refuerzo escolar y de educación compensatoria, para que los que van más retrasados con la lectura o las matemáticas puedan avanzar. No tiene tiempo para poder dedicarse de forma específica a cada alumno, así que reclama más programas de refuerzo.
También muestra su queja por la falta de sustituciones de sus compañeros. Resalta que es absurdo que tengan que esperar 15 días para que la Dirección Provincial envíe a un maestro sustituto.
Además, exige que los compañeros de audición y lenguaje tengan la opción de dar más horas de clase con el objetivo de que puedan ofrecer una atención más individualizada con los niños con necesidades especiales.
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