La Unión Federal de Policía, el sindicato policial mayoritario en Melilla, arremete contra la visita relámpago del secretario de Estado de Seguridad: “Hacen falta menos fotos y más soluciones”.
Los representantes de la Unión Federal de Policía (UFP) y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla están que trinan con la visita relámpago que el pasado miércoles realizó a la ciudad Francisco Martínez, el secretario de Estado de Seguridad, coincidiendo con el salto a la valla de entre 410 y 500 inmigrantes.
Jesús Ruiz Barranco, del SUP, no cree que el viaje del número dos de Interior ha sido ni positivo ni negativo. Pero critica que haya anunciado el envío de 100 agentes de la Policía Nacional cuando en realidad lo que se necesita reforzar es el perímetro fronterizo y esa función corresponde a la Benemérita. “Nosotros estamos para garantizar el orden público, pero es evidente que traen a policías a Melilla para ayudar a la Guardia Civil, que es la encargada de proteger la frontera”, señaló ayer a El Faro.
En opinión de Barranco, detrás de este envío de policías nacionales de manera urgente a Melilla salta a la vista que está la escasez de agentes de la Benemérita. “Probablemente lo hacen porque no tendrán suficientes efectivos de la Guardia Civil para enviar a Melilla”, añadió el responsable del SUP.
Asimismo, recordó que no es la primera vez que se envían policías nacionales para suplir la escasez de efectivos de la Guardia Civil en Melilla. Ya ocurrió tras el salto a la valla de otros 500 inmigrantes el pasado 18 de marzo. Inmediatamente después el Ministerio del Interior desplazó a la ciudad a tres Unidades de Intervención Policial (UIP) (antidisturbios).
Barranco tiene claro que la Policía Nacional “está echando un capote a la Guardia Civil” ante la falta de efectivos de la Benemérita.
UFP coincide con el SUP en que la llegada de esta dotación policial a Melilla “es más de lo mismo”.
A por la foto de la valla
Por su parte, José Guerrero Cámara, secretario de Organización de la UFP, fue bastante más implacable con el ‘tour’ del secretario de Estado de Seguridad por la valla y la frontera. “¿A qué vino a Melilla? ¿No sabía que había habido un salto? ¿Desconocía que hay casi 2.000 inmigrantes hacinados en el CETI?”, se pregunta Cámara.
Para la Unión Federal de Policía, sindicato policial mayoritario en Melilla, en la ciudad “hacen falta menos viajes de políticos y más soluciones”.
Cámara se refiere a que en el último año han pasado por la ciudad en visitas de un día el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, dos secretarios de Estado de Seguridad (el dimitido Ignacio Ulloa y su sucesor, Francisco Martínez); el presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea, Ramón Luis Valcárcel; el presidente del Senado, Pío Cabanillas, y un rosario de eurodiputados y diputados de Izquierda Unida, Equo y Los Verdes. Todos se han llevado de recuerdo una foto de la valla y la frontera de Melilla. Sin embargo, la situación no ha hecho más que empeorar.
El secretario de Organización de UFP recrimina a todos los políticos que en el último año han realizado “la ruta de la valla” que no hayan conseguido que Europa entienda como suyo el problema de la inmigración en Melilla.
Por eso cree que si la situación se mantiene como hasta ahora, España debería actuar atendiendo a la política de hechos consumados. “Si la UE no quiere ayudar, cogemos a todos los subsaharianos y los ponemos en la puerta de Bruselas”, señaló a El Faro.
Devoluciones desde Melilla
Una vez más, Cámara reiteró que la solución al problema de la inmigración en Melilla pasa por conseguir que la Unión Europea llegue a acuerdos de colaboración con los países de origen de los inmigrantes que entran en la ciudad.
Para UFP, lo ideal sería consensuar un mecanismo para que los inmigrantes subsaharianos que llegan a Melilla puedan ser devueltos a sus países desde la ciudad, sin tener que trasladarlos a la península. Eso sí, aclara, debe hacerse sin que se vulnere la ley y sin dejarlos a merced de lo que Marruecos decida hacer con ellos cuando España se los devuelva en la frontera.
El número dos de UFP también tuvo duras palabras hacia el partido revelación de las pasadas elecciones europeas (Podemos) y su propuesta de quitar las vallas que separan Melilla de Marruecos. “Si quieren puertas abiertas, que nos digan de qué van a comer todos los que vengan, sobre todo ahora que en España hay gente que está pasando hambre. Y para el que tenga dudas, que pregunte a Cáritas”, subrayó Cámara.
Consultado por El Faro sobre qué solución se puede buscar para evitar que Río Nano y Barrio Chino sean un coladero de inmigrantes que saltan la valla, el representante de UFP apuntó que “el día que se haga un muro de hormigón de 10 metros, a los subsaharianos que saltan la valla no les quedará más remedio que entrar en Melilla por los puestos fronterizos, como hacen los sirios o los argelinos”, dijo.
Asimismo recalcó que entiende que los inmigrantes se jueguen la vida para llegar a Europa, pero considera que también debería tenerse en cuenta que en estos momentos no hay trabajo ni siquiera para los españoles.
Llegan refuerzos y traslados a la península
Aunque los sindicatos policiales UFP y SUP son duros con el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, lo cierto es que en su visita relámpago a Melilla anunció la llegada de cien policías nacionales que arribaron ayer mismo a la ciudad. También salieron 150 inmigrantes en avión a la península el mismo día de su viaje y ayer se produjo un nuevo traslado, aunque las fuentes policiales no han confirmado el número.
Sin embargo, el secretario general del Sindicato Unificado de Policía de Melilla (SUP), Jesús Ruiz Barranco, considera que no era necesario desplazarse hasta Melilla para anunciar el envío de 100 agentes. Tampoco para agilizar los traslados de inmigrantes que hasta el pasado miércoles estaban saliendo con cuentagotas de la ciudad.
“Este hombre no vino a dar ninguna solución. Sólo vino a decir que se agilizarán las medidas antintrusión que supuestamente van lentas”, señala Barranco.
Para el representante del SUP, lo que hace falta es conseguir que Europa se preocupe por lo que está pasando en Melilla. En este punto hay que tener en cuenta que el pasado miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viajó a Bruselas para preguntar por los “asuntos pendientes” que quedaron de la anterior legislatura. Entre ellos hay que recordar que está la petición que hizo España, por la vía urgente, de 45 millones de euros para reforzar las fronteras de Melilla y Ceuta. En este sentido, el presidente del Comité de las Regiones de la UE, Ramón Luis Valcárcel, también redactó un informe dirigido a la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, con la intención de que ésta se concienciara de la urgencia de la aportación europea para reforzar los perímetros fronterizos. Ninguna gestión ha dado resultado... de momento.
AUGC augura descoordinación en la valla entre Policía y Guardia Civil
Se puede decir más alto, pero no más claro. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Melilla volvió a reclamar ayer al Ministerio del Interior que refuerce el número de efectivos de la Guardia Civil destinados a la vigilancia fronteriza y criticó el envío de cien policías nacionales para suplir una supuesta carencia de agentes de la Benemérita. “Aquí lo que hace falta es que se refuerce la plantilla y que no se pongan más parches ni se tapen más agujeros”, señalaron a El Faro.
AUGC no ve con buenos ojos el envío de efectivos de la Policía Nacional a Melilla (los cien agentes anunciados el miércoles llegaron ayer) porque considera que provocarán “conflictos de intereses”.
“La Guardia Civil intentará atribuirse los méritos de la no entrada de inmigrantes y la Policía hará lo mismo. Ya ocurrió en marzo pasado, cuando desde Policía Nacional enviaron un comunicado en el que aseguraban que gracias a su nuevo diseño de vigilancia del perímetro fronterizo, se había frenado la entrada de inmigrantes. Las tres Unidades de Intervención Policial (antidisturbios) que habían venido a Melilla de refuerzo tras el salto de 500 inmigrantes del 18 de marzo no duraron una semana en la ciudad. Desaparecieron”, subrayan desde AUGC.
En opinión de los representantes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Melilla, el envío de 100 policías nacionales a la valla lo que único que hará será “parchear algo que está mal hecho” y provocará “descoordinación entre Policía y Guardia Civil”, insisten.
Una vez más, la organización mayoritaria entre los agentes de la Benemérita de Melilla reclama al Ministerio del Interior que envíe refuerzos a la ciudad con vistas a las vacaciones de verano, que dejan bajo mínimos a la Comandancia. Además, añaden, hace falta sustituir a dos agentes que se han ido destinados a la península.
La Asociación pide redadas en el Gurugú
AUGC cree que en cuanto Marruecos se relaja, se producen grandes avalanchas en la valla de Melilla. Por eso, la asociación propone que España le pida a Marruecos que intensifique las redadas en el Gurugú, que es donde se concentran los inmigrantes que esperan una oportunidad para entrar en Melilla. “No hay que esperar a que llegue un millar de subsaharianos a la valla para intentar detenerlos, ganando en el cuerpo a cuerpo”, apuntan.
Desde la asociación recalcan que cuando Marruecos hace redadas en el Gurugú, se rebaja la presión sobre la valla.
Se refieren a las batidas a primera hora de la mañana que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del país vecino realizan a diario en las montañas de Nador. Los inmigrantes capturados en ellas son trasladados a la fuerza en autobuses hacia Casablanca o Rabat. En efecto, tras esas redadas no se producen asaltos a la valla.
Astan Traore, una inmigrante camerunesa que consiguió saltar la valla este miércoles junto a otros casi 500 subsaharianos, está embarazada de doce semanas.
Según fuentes policiales, la joven, que logró superar el vallado perimetral, compuesto por un triple obstáculo, dos verjas y la sirga tridimensional, dijo estar embarazada, por lo que fue trasladada hasta el Hospital Comarcal de Melilla.
Allí, fue sometida a una serie de pruebas que corroboraron que tanto ella como el bebé se encuentran en buen estado.
Astan Traore se ha convertido en la segunda mujer que consigue superar la valla de Melilla, un obstáculo de seis metros de altura que, hasta el pasado mes de febrero, únicamente lo habían conseguido saltar hombres.
La primera que lo logró ha sido una joven llamada Mirelle, también natural de Camerún, que dijo al llegar al CETI que era menor de edad, algo que las pruebas oseométricas a las que fue sometida descartaron, lo que le obligó a reconocer que había mentido al asegurar que tenía quince años.
En un principio, Mirelle fue internada en La Purísima, pero al comprobarse su mayoría de edad, fue trasladada al CETI, donde se alojaba también un sobrino suyo.
Astan Traore entró el miércoles al CETI de la mano de un joven, que celebraba con ella la “bendición” de haber podido superar la valla y entrar en Melilla.
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