Spencer Butterfield: “Me voy con buenas muy sensaciones”

El jugador del Melilla Balobcesto se marchaba a su tierra natal Utha, aunque al jugador nortamericanole hubiese gustado haberla retrasao el máximo de tiempo posible.

Llegó a la Liga con la vitola de jugador explosivo y -ocho meses después- Spencer Butterfield regresa a Estados Unidos con la sensación del deber cumplido en las filas de un Melilla Baloncesto del que se ha despedido con su primer MVP en el baloncesto europeo. Un total de 27 tantos de valoración con los que ya ha despertado las miradas de los principales conjuntos de la liga.
Suele decirse que los playoffs son ese momento de la temporada en los que aquellos jugadores más experimentados deben dar un paso al frente para liderar a sus respectivos equipos. Una norma rota en la noche del pasado martes en la Liga Adecco Oro por uno de sus rookies, un Spencer Butterfield que ejerció como la resistencia de un Melilla Baloncesto que peleaba para poder prolongar su serie ante el Ourense Baloncesto.
Con apenas 22 años y sin experiencia previa en una situación similar, Spencer se echó a su equipo a las espaldas para tratar de certificar el complicado reto que suponía el poder igualar la serie para volver a Ourense. Con un total de 27 tantos de valoración a través de 24 puntos (4/7 T3), 6 rebotes, 1 asistencia, 1 recuperación y 3 faltas recibidas, el norteamericano ejerció como el principal generador de ilusión para el conjunto de Alejandro Alcoba aunque su gran actuación no fue suficiente ante uno de los principales favoritos.
Sin lugar a duda su mejor noche en la competición así como un estelar broche de oro a una campaña en la que se ha sacudido los nervios del debut a través de toda una exhibición de talento desde el perímetro.
Consciente de la conquista del MVP durante la segunda jornada de cuartos de final, el protagonista del día en la Adecco Oro no da aún mucha importancia al galardón. En su cabeza sigue rondando un encuentro en el que no pudieron prolongar su paso por el playoff por el ascenso: “Sabíamos que no iba a ser sencillo poder superar una eliminatoria ante un rival tan complicado como Ourense y más aún después de una temporada en la que han luchado hasta el último momento por el ascenso directo pero estábamos realmente ilusionados con la posibilidad de sorprender. Nos vamos a casa con un 2-0 en contra pero las sensaciones son muy diferentes ya que el equipo ha dado la cara en los dos partidos llegando a tener el triunfo en nuestra mano en el primero. Esto te deja un sabor amargo que hace que la valoración de la temporada quizá no sea la más objetiva pero tenemos que ser capaces de extraer las cosas positivas para aprender de ellas y que el club pueda seguir creciendo en el futuro”.
Su despedida del curso con su primer galardón como MVP en el baloncesto europeo quedará sin embargo como el mejor broche de oro posible a una temporada en la que se ha sentido cómodo: “Es un premio bonito y, aunque pueda sonar a tópico, no tengas ninguna duda de que lo hubiera cambiado por haber podido volver a Ourense a intentar luchar por el pase a semifinales. Ya no se puede volver atrás así que me vuelvo a casa con este premio menor pero que significa mucho para mí ya que este año era realmente importante de cara a mi crecimiento como jugador. Afrontaba mi primera experiencia fuera de casa, el estreno en el baloncesto europeo y, sobre todo, el complicado reto que supone tratar de extrapolar a otro continente todo lo aprendido durante tu etapa universitaria adaptándolo a tu estreno en el baloncesto profesional”.
Una adaptación de lo más satisfactoria y que lleva al norteamericano a realizar un balance positivo de una campaña que recordará para siempre con un cariño especial: “Sin lugar a duda, muy positivo. Para mí era un año de aprendizaje, un desafío en el que creo que he estado a la altura dentro de una ciudad y un equipo que me han hecho sentir como en casa. Durante la temporada me he encontrado con momentos duros como la lesión sufrida a mitad de curso pero he tenido la fortaleza para poder luchar y regresar con más fuerza de cara a un tramo final de la temporada en el que he ido creciendo junto al equipo. Me voy con la sensación de que he estado a la altura de una liga tan exigente como la Adecco Oro donde he aprendido mucho de cada compañero, de cada rival y de cada encuentro lo que hace que ahora mismo sea mejor jugador de lo que era en septiembre cuando llegué a España”.
Instantes antes de embarcar rumbo a Utha, Spencer Butterfield se despide de nosotros fantaseando con la posibilidad de regresas a España en un periodo no muy lejano para proseguir con una carrera que se intuye de lo más prometedora: “Siempre es difícil saber dónde estarás unos meses después. No puedo asegurar a ciencia cierta qué me deparará el futuro pero mi principal deseo es el de poder seguir creciendo como jugador. El baloncesto español me parece sumamente atractivo y creo que puede ofrecerme muchas posibilidades como jugador; mi ambición es la de llegar lo más arriba posible pero sé que eso sólo llegará a base de trabajo y responsabilidad por lo que durante el verano seguiré con la misma actitud que he tenido durante toda la temporada para llegar al próximo curso en las mejores condiciones”.
Aún es pronto para conocer el futuro del norteamericano en la LIga Española.