“Son momentos de la vida de una persona que pueden ser comunes al resto”

El Centro de Arte Contemporáneo Hospital del Rey inaugura esta tarde a las 19:00 la exposición de cuadros realistas de Ivan Ortega, un melillense que ha obtenido numerosos premios y el aprecio del público por sus obras.

El nombre de Iván Ortega suena familiar al público amante de la cultura, en especial de las Bellas Artes, de Melilla, ya que este joven melillense ha obtenido en varias ocasiones primeros premios y accésit a certámenes organizados en esta tierra. Sus cuadros realistas no dejan indiferente al público que los observa, ya que están cargados de detalles, como si de una fotografía se tratara. El Centro de Arte Contemporáneo del Hospital del Rey acoge desde esta tarde hasta dentro de dos meses una exposición de sus obras. Esta muestra será inaugurada a las 19:00 horas. Además, Ortega compartirá espacio de exposición con otro artista,Sath, y con una pequeña muestra de los cuadros que desde su creación, el Centro ha ido adquiriendo.
–¿Cómo entró a formar parte del mundo del arte?
–De pequeño me gustaba dibujar en el colegio, pero a pintar, realmente, empecé en la facultad, pues no sabía como se mezclaban los materiales.  Empezé Bellas Artes en Alicante y finalicé en Granada.
–¿Qué tiene esta profesioón para que se dedique a ella?
–El arte es un medio de comunicación. Es un lenguaje que permite comunicarte de forma personal. Además, es lo único que me gustaba. Siempre me ha gustado  todo lo que fuera visual, como los cómic, los dibujos o las películas.
–¿Cómo definiría su estilo a la hora de  pintar?
–Es realismo en gran formato y basado un poco en artistas americanos y españoles de los años 70. Aunque el utilizar los grandes formatos es más propio de los minimalistas y el arte abstracto. Mis cuadros no representan las figuras, no son una cara o retratos, sino más bien, tiene presencia por sí mismo y no representa a nadie ni a nada. Sólo se presenta.  También hay una parte simbólica en la obra.
–¿Qué técnicas utiliza en sus obras y por qué?
–La mayoría son óleos sobre lienzos, menos el cuadro de Frankestein que está en acrílico. El óleo te permite hacer más detalles, corregir los errores y más cosas. Para grandes formatos también es más fácil que con acuarelas y carboncillo. La pintura es más expresiva, porque todos los gestos que vayas marcando se van quedando en el cuadro, aunque vayas corrigiendo y tapando, siempre ese gesto se queda en la obra.
–¿Ha trabajado también el pequeño formato?
–Sí he hecho cuadro más pequeños, pero ahora trabajo más en gran formato. Me siento más cómodo y me cuesta más trabajo con el pequeño.
-¿Tiene una rutina a la hora de trabajar o prefier que le llegue la inspiración?
-Intento trabajar a menudo, pero no tengo estudio sino que lo hago  en casa y pinto cuando puedo. Este año sí he pintado más, porque no estaba trabajando como profesor de Secundaria. En casa cuesta trabajo por el tamañano del cuadro, pues necesitas espacio para verlo. Siempre tienes que estar alejándote de la obra, porque puedes estar trabajando en una parte y que creas que está bien hecha,  pero te alejas y no lo está. Casi invierto más tiempo observando el cuadro que pintándolo.
–¿Qué instantes o imágenes son importantes para ser recogidos en sus cuadros?
–Trabajo mucho antes de empezar un cuadro. No me viene la inspiración un día durmiendo ni esas cosas extrañas. Yo trabajo una idea, realizo un brain storming (lluvia de ideas), y voy apuntando y las voy relacionando. Además, busco mucho material gráfico, leo muchas obras de artistas y ensayos y con eso voy encaminado un poco mi trabajo.
–¿Qué tal ha resultado la experiencia de ser profesor de plástica en Secundaira?
–Muy buena. Estoy muy contento. He aprendido mucho con los niños. Estoy como loco por volver a trabajar ahí. Todo lo que sea pintar, aunque fuera como ilustrador o diseño gráfico, es lo que me llama la atención y con lo que yo disfruto.
–Resulta complicado convencer al público en general de que se atreva a visitar una exposición de arte contemporáneo.
-Parte de culpa es de la Educación en los colegios e institutos. España siempre ha estado un poco más atrasada que el resto de los países occidentales en el tema del arte. Nos estamos poniendo al día tras comenzar la democracia, pero queda mucho trabajo. Hay que traer más escursiones de los niños a los museos y ofrecerles talleres, por ejemplo. En otros países, el arte es casi una industria y en España a penas existe el coleccionismo.
-¿Algún truco para poder llegar a los más jóvenes con estos temas y que se interesen por el arte contemporáneo?
-Algunas veces el arte modermo es más fácil de explicar que el arte clásico, porque lo bueno que tiene es que coje los mismos elementos del clásico, pero los separa. Lo que en un cuadro de Velázquez puede estar junto, en el arte abstracto o minimalista está por separado. Muchas veces las obras contemporáneas son interactivas, como las performance, en las que interviene el público. Si se proporcionara eso atraería a la gente más, que el arte clásico, porque ellos intervendrían con algo más que ver un cuadro.
–¿Es bueno para un artista presentarse a los certámenes y concursos de pintura?
–Te permite seguir trabajando, para comprar materiales y poder continuar con tu obra. Con ese dinero también se pueden enviar los cuadros a concursos de fuera, porque es caro hacerlo. Es una pequeña ayuda. De hecho, debería haber más becas y ayudas. Lo importate no es que haya dos artistas, sino que cuanto más ayudas y becas, habrá más artistas y se conseguirán más cosas en la cultura.
–¿Cómo le presentaron el proyecto de exponer en el Centro de Arte Contemporáneo de Melilla?
–He visitado todas las exposiciones y Javier Martínez (director del centro) me lo propuso. Y yo encantado, porque el espacio está muy bien y todo lo que sea exponer en Melilla me atrae.
–¿Su forma de pintar siempre ha sido en este gran formato? ¿Cómo ha sido la evolución de su pintura?
–Este estilo se me está quedando atrasado. Los más nuevos son el cuadro de la cinta y el de Frankestain. Ahora estoy cambiando. Estoy haciendo una serie de composiciones, y en vez de utilzar la fotografía y pintar, voy a retocar las fotografías en el ordenador y realizaré un collage, además de trabajar con otro formato. Antes de esto hacía obras más pequeñas y más carbón que pintura.
También tengo algunos vídeos preparados para hacer unas instalaciones que se combinan con pintura, pero en vez de ser un cuadro, sería una pintura en la pared. El resultado sería más escultura que pintura.
–¿Qué artistas han influido en sus obras?
–Me influye desde la pintura, la música, el cine y otros amigos míos que se dedican al arte. Artistas y fotógrafos americanos y también españoles, como Juan Francisco Casas. Además, me gusta el arte abstracto aunque haga realismo. Me gusta casi todo el arte.  
–¿Qué puede comentar de sus obras para animar al público a que venga a la exposición?
–Es la pintura de un melillense. Es arte fresco y moderno. Son cosas personales de mi entorno, pero que la gente puede entender, porque está dentro de la cultura visual de todo el mundo. Me puedo referir en una obra a una película o a una etapa de mi vida. Son momentos en la vida de una persona, pero que pueden ser comunes al resto y se pueden sentir identificados.