“Somos ciudadanos de Melilla, quieran o no”

• La familia del chico herido en los disturbios de la frontera afirma que llegará “hasta la muerte” en busca de “justicia”

Abdelkamal y Soraya, los hermanos de Ylyass, el joven herido en la cabeza en los disturbios del lunes en el paso fronterizo de Barrio Chino, acompañaron al menor en su visita a El Faro. La familia cree que el golpe que el chico recibió en la cabeza se debió a que el agente de la Guardia Civil que presuntamente le atizó con su porra pensaba que Ylyass no era español. “Un marroquí más, tira para fuera”, dijo Abdelkamal en referencia a la actuación del efectivo. “Somos ciudadanos de Melilla, quieran o no quieran. Este también es nuestro terreno”, añadió al respecto.

“Hasta la muerte”, respondía el hermano mayor de Ylyass, con un golpe de nudillos sobre la mesa, cuando este periódico le preguntaba hasta dónde estaba dispuesta su familia a llegar para resolver la situación. “Tiene que hacerse justicia. Este hombre tiene que salir de la Guardia Civil y pasar por la cárcel”, manifestó Abdelkamal, quien, apoyándose en su trabajo como repartidor, aseguró que este tipo de circunstancias se repiten a diario en los pasos y que el de su hermano no es sino otro caso más de tantos. “Lo que pasa en la frontera es una vergüenza, hay que buscar una solución”, sentenció.

“La justicia me ha fallado”

Soraya se pronunció en términos similares y aseveró que el incidente “no va a caer en vacío y va a tener consecuencias”. De igual modo, la mujer recalcó que Ylyass “es un niño” y lamentó que el presunto agresor no hubiese intentado “recapacitar y arreglarlo”. Con respecto a la actuación de la Benemérita durante los disturbios y la posterior negativa a facilitar el número de placa del efectivo en cuestión cuando, según el menor, un agente le había prometido que lo que haría, Soraya dijo que este “es el primer momento de su vida” en el que siente que “la justicia le ha fallado”.

Imágenes

En cuanto tuvo constancia de lo que había ocurrido, Abdelkamal se desplazó hasta a El Faro, donde vio por primera vez las imágenes del incidente. Entre lágrimas, señalaba el gesto de uno de los efectivos que atendieron a su hermano (el agente movía ligeramente la porra de arriba a abajo) e interpretaba que estaba instando a su compañero “a que se fuera, porque sabía lo que había hecho”.

“No se puede tratar así a un ser humano. Hablamos de personas, no de animales. Como mucho, si golpeas a alguien, dale en los pies. Empújale, échale o grítale. Pero llegar a pegarle en la cabeza... ¿Qué es lo que quieres? ¿Matarle? ¿Esto es un guardia civil? Es de vergüenza. Las imágenes están ahí, que el mundo entero vea lo que ha pasado”, manifestó el hermano de Ylyass. “Se le ha tratado peor que a un perro”, se refirió finalmente al menor.

La madre del joven, conviene concluir, le acompañó en su entrevista, aunque desechó aparecer en las fotografías y se escudó en su desconocimiento del castellano para dejar a sus hijos que hablasen por ella. La mujer, no obstante, articuló palabras sueltas y varios lamentos al escuchar el testimonio de Ylyass.

La familia del menor denunció el lunes al agente

Aunque el día del incidente, la familia manifestó en reiteradas ocasiones que la Guardia Civil le había negado el número de placa del agente que, presumiblemente, había golpeado en la cabeza a Ylyass, según supo ayer El Faro, uno de los testigos de los disturbios anotó la identificación del efectivo y se la facilitó a los hermanos del menor. De esta manera, pasadas las 20:00 horas del lunes, la familia denunció ante la Dirección General de Policía que el joven recibió “un golpe muy fuerte en la cabeza con una porra por parte de un Guardia Civil, desconociendo los motivos, haciéndole perder el conocimiento”.