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Soluciones

Los menores extranjeros no acompañados (menas) vuelven a estar de actualidad. El consejero de Bienesar Social, Daniel Ventura, explicaba ayer a este diario que el número de estos chicos en Melilla ha caído ligeramente.

Sin emabrgo, el problema parece seguir ahí y no será la primera ni la última vez que se le intente dar una solución desde la Adminsitración de la Ciudad.
Que existe un problema es un hecho más que evidente. ¿Cómo llamaríamos sino al hecho de que dos niños de la calle aparezcan muertos en las inmediaciones de Nador? ¿O a que, en lo que va de año, dos chicos hayan fallecido intentando llegar por mar a los buques que conectan nuestra ciudad con la península?
El titular de Bienestar Social, área que tutela a estos menores, habló ayer con El Faro para manifestar su intención de poner límites al aumento del número de estos jóvenes, que llegan a Melilla provenientes de Marruecos.
Que estos chavales deberían estar con sus familias es algo en lo que casi todo el mundo está de acuerdo y a lo que muchas de las entidades que proponen soluciones aspiran. ¿En qué cabeza cabe que el entorno perfecto para estos menores sea la calle? ¿Qué sentido tendría que su finalidad en la vida fuera colarse en un barco para llegar a la península y, en caso de lograrlo, terminar viviendo al raso en alguna ciudad española o en algún otro centro de menores diferente al de La Purísima?
Marruecos tiene que hacerse cargo de sus ‘hijos’, evitar que huyan y concienciar a las familias para que no los dejen escapar con el fin de ganarse la vida mendigando a tan corta edad. No dejan de ser niños y, seguramente, en muchas ocasiones no conciban la dimensión de lo que supone vivir entre la calle y tutelados en unas instalaciones.
El consejero Daniel Ventura asegura que parece que la situación en la frontera está más tranquila ahora y que, aunque sea ligeramente, el número de jóvenes que acoge la Ciudad ha descendido recientemente.
El tema de los menores extranjeros necesita soluciones y, al igual que ocurre con los inmigrantes económicos, los remedios dependen en parte del país de origen de estos chicos.
Ventura parece haber tomado la senda de buscar un remedio y, mediante reuniones con asociaciones de por medio, quiere que Marruecos se moje en un problema que sufre Melilla desde hace demasiado tiempo.

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