La Asociación de Vecinos del Real, hastiada por el tema de la prostitución en su barrio, celebró ayer una reunión en la que se decidió dar un paso adelante en sus reivindicaciones, votando la celebración de una manifestación en las calles del vecindario, aunque aún se desconoce cómo y cuándo será.
Desde la vocalía de la gestora vecinal se asegura que es una medida que no querían haber llevado a cabo, pero “no les dejan otra opción”. Relatan que están satisfechos del poder de convocatoria de la reunión, que ha juntado a 25 vecinos del Real entre socios y no socios de la entidad. Consideran que es una muestra de la preocupación unánime del barrio por el tema.
Lema inclusivo
Pese a todo, afirman que para la manifestación han elegido “un lema inclusivo, nada negativo”. Desecharon el primero propuesto, que rezaba ‘Prostitución no’, por otro más comedido que dice ‘Pedimos soluciones ya para este problema’.
Reconocen que el deseo principal de los allí presentes es que se arregle la situación cuanto antes y no tengan que llegar a esta medida excepcional. “No queremos hacer ruido ni molestar a nadie, pero a veces uno tiene que ejercer sus derechos”, comentó el vicepresidente de la asociación, Jesús Motos.
En palabras previas a la asamblea Juan Carlos Delgado, presidente de la Asociación de Vecinos del Real, declaró a El Faro que la situación se ha tornado “insostenible”, pues aparte de la “mala imagen que dan al barrio”, están “día y noche” armando escándalo.
En la última reunión con las autoridades, celebradas en julio de 2015, les comentaron que lo único que podían hacer es acompañar a las meretrices a la frontera. “Francamente, me parece poca cosa”, expone el presidente de los vecinos del Real.
Añade el gestor vecinal, pesaroso, que estas actuaciones se realizan de madrugada, cuando la prostitución se realiza a cualquier hora del día, donde las chicas se hacen dueñas de los portales de las casas”.
Denuncia Delgado que a la hora de la captación de clientes, “ni prostitutas ni los que las buscan parecen entender que están en una vecindad de gente normal, trabajadora. Se pelean, se gritan y dejan basura o profilácticos en la puerta de nuestras casas”.
Inseguridad vecinal
El representante del vecindario denuncia amargamente el grado de indefensión que sufren sus mujeres e hijas, que son constantemente asediadas por personas que buscan servicios sexuales.
“El caso más flagrante puede ser el que sufrió hace poco un vecino. Su hija de 14 años venía de la escuela cuando un señor se le acercó con su automovil y le ofreció unos botellines de cerveza para hacerla subir a su coche. La niña, como es lógico, se aterrorizó. Parece ser que nuestras hijas ya no pueden salir a la papelería o a la panadería sin el miedo a ser asaltadas por estos energúmenos”, explicaba Juan Carlos Delgado a este periódico.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…