El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró este jueves que uno de los temas que se abordó en la Junta Local de Seguridad fue la petición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) de cerrar el centro de acogida de La Purísima por las noches para poder reducir el número de delitos que comenten los menores. Asimismo, se indicó que la consejería pretende aumentar la altura de los muros de estas instalaciones con dos objetivos, el primero es evitar que los menores extranjeros no acompañados (menas) se escapen, y el segundo, que no entren adultos a robar.
Ventura comentó que la Policía y la Guardia Civil considera que para disminuir el número de delitos que comenten los menores, hay que sacarlos de la calle. Pero subrayó que la ley no permite “retenerlos” ni da recursos para evitar que estén fuera de los centros.
Motines al cerrar la puerta
“Podemos intentar retener a los menores cerrando la puerta, pero eso no quita que salten los muros o las vallas o, como ha ocurrido en otras ocasiones, abran la puerta aunque estén delante los vigilantes de seguridad, que les dejan marchar porque les amenazan”, aseveró. En este sentido, comentó que las amenazas son reales porque, por ejemplo, han destrozado el vehículo de este profesional. Añadió que hay menores con problemas de conducta y también otros que tienen adicciones y “con el síndrome de abstinencia pueden perder la cordura”.
Es más, el consejero de Bienestar Social hizo hincapié en que en diciembre de 2014 e inicios de 2015 se tomó la decisión de cerrar las puertas y hubo motines en el interior. “La petición de las FCSE es que los mantengamos el mayor tiempo posible en el centro y eso significa impedirles la salida de las instalaciones a las horas nocturnas. Pero no sabemos las reacciones que pueden tener estos chavales”, remarcó.
Robos en el interior
Además, el incrementar la altura de los muros evitaría que los chicos salten desde el interior, así como que entren adultos. Ventura explicó que se dan casos de personas mayores que entran para robar todo tipo de utensilios o mantas. Indicó que entran en el centro como si fuera una casa particular.
Aseveró que se subirá la altura que sea necesaria para evitar que los niños acogidos puedan salir.
Jóvenes en mal estado
Otra advertencia de Ventura es que no es igual que la Policía o la Guardia Civil suban a un menor con un perfil de adicciones que a 30. Explicó que la falta de control de estos jóvenes sobre sus actos puede provocar que otros niños que desarrollan su vida en el centro sufran algún tipo de daño. Aseveró que esto puede ser “un cóctel muy peligroso”. Insistió en que si se les impide salir del centro, desconoce qué reacción tendrán.
El consejero de Bienestar Social dijo que entiende la inseguridad que hay en las calles, pero aseveró que será mayor esa falta de seguridad cuando se lleve a esos jóvenes al centro de acogida donde viven otros menores que no tienen culpa de esa situación.
“Si metemos a 30 o 40 y les impedimos la salida, eso puede provocar un daño mayor. Si ocurre algo, tendremos que decir que ya estábamos todos avisados”, reiteró Ventura, que dijo que en la reunión se insistió en que la consejería tomara esta medida.
No hay solución fácil
El consejero de Bienestar Social aseveró que no hay una solución fácil para este problema y no sólo en Melilla, sino en otras ciudades españolas donde, con menos niños en las calles, están sufriendo más inconvenientes.
Tampoco hay posibilidad legal de devolver a los menores a Marruecos, añadió Ventura, que insistió en que si no se hubiera hecho ya esta actuación.
Al margen de todo esto dijo que Melilla lo está haciendo bien, aunque es preciso cambiar la Ley del Menor, como propondrá el PP en las Cortes porque “se precisan herramientas para afrontar el fenómeno” y que el Estado se haga cargo de estos niños que son inmigrantes económicos, al igual que muchos adultos.
Los educadores de calle rescatan a 400 niños
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó que los educadores de calle han conseguido rescatar a 400 niños en los ocho meses que llevan trabajando. Indicó que estos profesionales han convencido a todos estos menores para que dejen la calle y se queden en el centro. Por ello, resaltó que hay tanta cantidad de menores de media en La Purísima, con unos 650 diariamente.
Dos problemas: muchos niños y menas en la calle
Hay dos problemas principales alrededor de los menores extranjeros no acompañados (menas), según el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura. El primero de ellos es que hay un “número tremendo” de niños que impide que el sistema de protección haga lo que marca la legislación. Aseveró que se les cubren las necesidades básicas, como la comida, el hospedaje o la ropa. Sin embargo, no tienen suficiente espacio para su desarrollo físico y psicológico.
El segundo de los problemas es que hay muchos niños en la calle. Subrayó que hasta el pasado día 27 entraron 70 nuevos en el centro de acogida y un 50% de ellos, con documentación. Se preguntó cuántos centros o pisos tutelados se precisan en Melilla para dar cobertura a unos 1.000 menores. Además, dijo que hay otros servicios “desbordados”, como la Policía, la Guardia Civil, la Fiscalía o el hospital (pruebas de edad).